El decomiso de alrededor de 2.2 toneladas de cocaína en el puerto multimodal Caucedo vuelve la alarma sobre la insistencia del narcotráfico en utilizar el territorio como trampolín para el transporte de drogas a Estados Unidos y Europa.
Con los golpes contundentes propinados por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) es para que el narcotráfico se haya replegado en lugar de persistir en sus operaciones aquí.
Sorprende que el narcotráfico apueste cada vez más fuerte, como evidencian las 2.2 toneladas incautadas en un contenedor procedente de Panamá y que tenía como destino Amberes, Bélgica.
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La interdicción y decomiso dirigidos por la DNCD, la Dirección de Aduanas, el Ministerio Público y organismos de inteligencia aumentan las sospechas sobre las posibles conexiones de la industria del crimen con figuras influyentes en el país.
De todas formas se trata de otro golpe duro al negocio de las drogas la cocaína decomisada en el multimodal Caucedo. Para tratar de burlar a las autoridades, los narcotraficantes ocultaron la droga en cajas de zapatillas y ropa de vestir, pero de ninguna manera se salieron con las suyas.