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Desmaterialización de Lucho Gatica

Desmaterialización de  Lucho Gatica

El irrepetible e insuperado crooner chileno Luis Enrique Gatica Silva, mejor conocido en el mundo sublime del bolero como Lucho Gatica, se desmaterializó este 13 de noviembre en Ciudad México, donde se radicó desde 1957, y comenzó a eternizarse en el género romántico de mayor trascendencia en América Latina, específicamente en el Caribe, portento de la época dorada del bolero, sobrevivientes Roberto Ledesma, José José, Marco Antonio Muñiz y Roberto Yanés.

Lucho Gatica nació en el barrio carenciado Población de Rubio, municipio de Rancagua, Chile, el 11 de agosto de 1928, procreado por los esposos Agustín Gatica y Juana Silva, y se recibió de doctor en odontología por la Universidad de Santiago de Chile el 31 de julio de 1951.

Conocí a Lucho Gatica, a quien escuchaba por las emisoras radiales que “sonaban” sus interpretaciones, antes de presentarse a una actuación, en el hotel Matum en 1957, entrevistándolo en su habitación, cuando en ese año iniciaba en los escenarios de la comunicación, y el subdirector de La Información, Enrique Franco Anido, sin explicármelo ni preguntarle, no publicó la entrevista.

En 1951 trasladó su residencia a Santiago, capital de su gran país, estrenando su canción Me importas tú, con la orquesta de Don Roy, grabando Piel Canela, del boricua Bobby Capó, influenciado por artistas cubanos residentes en Santiago, como Olga Guillot.

Inicia su primera gira internacional en 1953 en Colombia, EEUU, Reino Unido y España, cantando en portugués, y segunda gira en 1954 por Perú y Brasil.

En 1957 se estableció para siempre en Ciudad México, donde graba Tú me acostumbraste, una de sus grandiosas interpretaciones, logrando un millón de discos, grabaciones en idioma inglés con la orquesta de Nelson Riddle, que era director de Frank Sinatra.

En 1959 consagrado en Madrid, España, como rey del bolero, debutando en el parque El Retiro, vocalizando Sabor a mí, La barca, Voy a apagar la luz, Historia de un amor, Yo vendo unos ojos negros, Contigo a la distancia, Tú me acostumbraste, Sinceridad, Encadenados, Las muchachas de la Plaza España, No me platiques más, El reloj, Bésame mucho, Quizás, quizás, quizás.

No necesitó más para consagrarse desde entonces y por siempre, como El rey del bolero.
Residió en Houston, Texans, Miami y Los Ángeles, pero siempre prefirió desde un principio a Ciudad México, que desde los inicios del bolero, se identificó como el sanctasanctórum de ese género romántico por excelencia y antonomasia del Caribe, Cuba, Puerto Rico, RD, Venezuela, Panamá, Nicaragua, Colombia, y más allá, Argentina, Chile y Ecuador.

Grabó 15 discos y participó en 15 películas, alternando con los iconos de la música popular norteamericana, Frank Sinatra, Elvis Presley y Nat King Cole, trabando migas con Ava Gardner y Carmen Sevilla, en relaciones que por caballerosidad siempre omitió.

Su primer disco en 1958 incluyó Reloj, La barca, Quizás, quizás, quizás, Bésame mucho, Historia de un amor, No me platiques más.

Compartió con el Trío los Peregrinos, con voz de Raúl Shaw Moreno.

Lucho Gatica encarna al más connotado y superbo crooner, trova que integraron los primeros, Ernesto Bonino, Fernando Fernández, Basilio, Charles Aznavour, José Antonio Méndez, Raffi Muñoz, Roberto Carlos y Julio Iglesias, el más afortunado financieramente que todos juntos, siendo Lucho Gatica el más desatacado y superbo de todos.

Voz de seda chilena, terciopelo, apenas perceptible, murmullo musical que atrapó a varias generaciones para siempre, que no llega, pero llega, pero con un gran impacto emocional que concita precisamente sus tonos bajos, que parecen penetrar en los corazones con la graduación de un diapasón inefable, que penetra en la cofia de las emociones.

Nadie como Lucho Gatica solfeó el género vocalista de crooner.

Cuando cumplió el 11 de agosto último 90 años, su natal Rancagua develizó una estatua suya de bronce y lo declaró Hijo Favorito.

El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa lo reseña en sus obras La Fiesta del Chivo y La tía Julia y el escribidor.

Lucho Gatica compartió espacios epocales con Leo Marini, Néstor Mesta Chaires, Antonio Badú, José José, Chucho Avellanet, Orlando Contreras, Gilberto Monroig, Alfredo Sadel, Pedro Infante, Pedro Vargas, Felipe Pirela, Víctor Hugo Ayala, Daniel Riolobos, Nelson Ned, Aldemar Dutra, Roberto Yanés, Roberto Ledesma, Antonio Prieto, Olimpo Cárdenas, Julio Jaramillo, Gregorio Barrios, René Cabel, Fernando Albuerne, Bienvenido Granda, Panchito Riset Vicentico Valdez, Armando Manzanero y Benny Moré, y por encima de estos superbos vocalistas, Lucho Gatica fue proclamado desde 1959 sin oposición el rey del bolero.

Contrajo nupcias en tres ocasiones, primero una relación de 18 años con María del Pilar Mercado (Mapita Cortés), procreando cinco hijos, segundas con la modelo norteamericana Diane Lane Schmit, procreando a Luchana, y terceras con Leslie Debb, procreando a Lily Teresa. De sus siete hijos solo Luis y Luchana son artistas.

En el criterio de los entendidos del bolero, nadie vocalizó ese género como Lucho Gatica, género hoy en declive por la carencia de promoción y la decantación de la juventud actual por otras versiones musicales estruendosas, bachata, salsa, merengue distorsionado y diferente al original, ausentes de romanticismo, además de la penetración musical foránea, el jazz el más invasivo, produciéndose varios festivales, ninguno de merengue ni boleros.

El Nacional

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