El Ministerio de Educación festeja la entrega de un millón de computadoras a estudiantes como parte de un auspicioso proceso para reducir la brecha digital.

Pero las grietas, filtraciones, deterioro de los sanitarios, falta de profesores y otros problemas que han impedido que en muchos centros se inicie la docencia envían una pésima señal sobre el sistema educativo.

Por la covid y los riesgos en muchas zonas los padres han optado por no enviar los hijos a la escuela. Desde que se anunció que la docencia sería presencial se suponía que el Ministerio de Educación habilitaría los planteles, que fue uno de los reclamos de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), para prevenir riesgos.

Sin embargo ha habido que recurrir a alquilar locales en lugares donde los planteles no están aptos para impartir docencia presencial. Con los recursos que recibe del 4% la cartera no puede alegar falta de fondos como excusa de su aparente incapacidad para lidiar con las malas condiciones físicas de los planteles.

La distribución de equipos tecnológicos es muy saludable, pero con los cuestionables resultados de la enseñanza virtual y a distancia las autoridades deben reconocer que la educación presencial es todavía fundamental para el aprendizaje.

Tras los inconvenientes con el concurso para contratar profesores el ministro Roberto Fulcar tendrá que revisar los procedimientos en la cartera para mejorar las notas obtenidas hasta ahora en su gestión.