Santo Domingo.-Las escuelas deben servir como un espacio de aprendizaje donde se interioricen hábitos y actitudes positivas hacia valores democráticos como el diálogo, la tolerancia, la participación, la aceptación del otro, el respeto a la diferencia, que faciliten la formación de adolescentes preparados para vivir juntos.

Así lo afirmó Rafael Emilio Bello, viceministro de la Calidad de la Educación quien aclaró que el primer espacio de convivencia del adolescente es el hogar, por lo que la familia desempeña un papel en este aprendizaje. Es conveniente resaltar que orientar también a la familia, contribuirá a una mejor convivencia escolar, lo que permitirá el tránsito por este nivel de forma positiva, objetivo que se pretende lograr en esta investigación.

Sostuvo que la educación de la personalidad del adolescente depende en gran medida de la convivencia que se sostenga con las personas que circundan su vida, a partir de asumir la idea de Torroella (2005) de que el saber convivir es probablemente el aprendizaje más importante del desarrollo personal.

Dijo que la convivencia y las relaciones intergrupales y personales son aspectos que van unidos al proceso educativo, logrando un clima de convivencia, haciendo que todo el mundo esté a gusto en las aulas y centros, es un problema anterior a otros aprendizajes, pues lo van a facilitar o impedir, lo que dimensiona el aprender a convivir y relacionarse como parte del aprendizaje, dijo el viceministro Emilio Bello.

El funcionario también dijo la convivencia escolar debe fomentarse a partir de contextos educativos donde todos los actores contribuyan a producir y mantener un clima de respeto y colaboración, donde los conflictos sean considerados como una parte normal de la vida y sean abordados de un modo formativo. Para esto, el docente debe lograr su papel de mediador.

Es necesario fomentar el aprender a vivir juntos, las relaciones positivas con los otros, el diálogo como instrumento de resolución de conflictos, solo de esta manera se puede decir que se educa a los sujetos desde la escuela de una manera integral para vivir en una sociedad plena.

En el mismo acto también habló Francisca de la Cruz, directora general de Orientación y Psicología del Ministerio quien expresó que la convivencia armónica entendida como principio para la mejorar la educación para la paz se basa en el despliegue de habilidades y capacidades que permiten a toda la comunidad educativa, actuar y convivir en armonía.

La educadora expresó que la convivencia escolar tiene en cuenta la perspectiva de que la persona no vive sola, aislada, sino en comunidad llena de variadas ópticas, criterios y que, frente a esto, se debe tener empatía, solidaridad, cooperación, tolerancia en la convivencia escolar y social.

La gestión de la convivencia escolar es una acción colectiva organizada, determinada por un conjunto de relaciones interpersonales democráticas, tolerantes y pacificas de los componentes de la institución educativa para promover el desarrollo integral del estudiante. Justamente, es en la búsqueda del desarrollo de la convivencia que se promueve una cultura de paz bajo un estilo de vida democrático, dijo la directora general de Orientación y Psicología del ministerio de Educación.