Cójanlo

Disputa sangrienta

Disputa sangrienta

Foto de archivo

Las bandas que imponen sus reales en Haití han entrado en una sangrienta guerra territorial, que además de muchas víctimas, ha provocado la paralización de la capital, Puerto Príncipe.

En medio de ese cuadro es obvio que la gente teme abandonar sus hogares, donde tampoco se está seguro, para satisfacer cualquier necesidad.

El Gobierno del primer ministro Ariel Henry ha quedado relegado frente a las fuerzas que exhiben pandillas como las lideradas por el expolicía Jimmy Chérizier (Barbecue) y la coalición G9.

Secuela del desenfreno y la ola de violencia fue el incendio en la arquidiócesis de Puerto Príncipe, el que, por suerte, pudo ser aplacado rápidamente por los bomberos.

Hace apenas unos días que pandilleros habían incendiado un tribunal en la periferia de la capital. No se sabe con exactitud cuántas pandillas operan en Haití, pero sí que una de las más poderosas es la liderada por Barbecue.

Desde hace meses los crímenes, secuestros y asaltos, entre otros delitos, han estado a la orden del día Haití en abierto desafío a un Gobierno impotente y a la comunidad internacional. La disputa territorial de las pandillas es otro aviso.

El Nacional

La Voz de Todos