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El aborto

El aborto

Susi Pola

La negación de la autonomía del cuerpo a la mujer representa la manifestación patriarcal más injusta, inhumana, brutal e incomprensible al día de hoy, cuando el mundo se supone avanzado en materia de derechos individuales de las personas, sabiendo hoy por hoy, que la autonomía corporal de las personas no solo es un derecho humano, sino que es el fundamento de los demás derechos de las personas.

Y pese a que, desde el liberalismo clásico del Siglo XVII, con John Locke a la cabeza, se da cuenta del principio de propiedad de las personas sobre sí mismas, entonces, se decía “el hombre”, claro.

Un concepto de “autopropiedad de los individuos” que establece que, cada quien puede hacer consigo mismo lo que quiera, en tanto no se dañe a terceras personas.

De hecho, la persona no tiene impedimentos para decidir sobre sí misma, porque es su propia dueña en términos absolutos, decía Robert Nozick, una de las principales figuras contemporáneas de la filosofía anglosajona y gran estudioso de Locke.

Actualmente el patriarcado milenario, conservador y exclusivo, que subyuga a lo largo del mundo desde el período del Neolítico, ejecuta una gran acometida contra el avance de los derechos de las personas y en su afán de reciclarse a través de la manipulación y distorsión religiosa, redobla sus afanes misóginos con fuerza, a través de la obligación a las mujeres, en cualquier circunstancia, a mantener embarazos indebidos.

Y no importa, para estas agendas locamente teocráticas que el aborto ilegal e inseguro sea considerado una de las cinco principales causas de mortalidad en mujeres gestantes, una de cada 12 muertes en mujeres embarazadas.

Además, muchas son las que sufren daños permanentes, si sobreviven. Ni tampoco importa, que haya causas que justifican la interrupción de un embarazo.

Este 28 de septiembre, Día de Acción Global para el acceso al Aborto Legal y Seguro, con el fin de legalizar esta práctica y así evitar la muerte de muchas mujeres en el mundo a causa del aborto clandestino, otra vez nos encuentra en franca violación de los derechos de las dominicanas.

A pesar de que, fortalecer el acceso a la atención integral para el aborto dentro del sistema de salud, es fundamental para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la buena salud y el bienestar y la igualdad de género que consideran la eliminación del aborto peligroso un mandato prioritario.

Todo porque, en este país, seguimos jugando a la doble moral y al atraso de la democracia.