Editorial Opinión

El ánimo público

El ánimo público

El Gobierno encamina esfuerzos para elevar el ánimo público con noticias alentadoras asociadas a la temporada navideña, como han sido los anuncios de la entrega del salario 13, distribución de canastas navideñas y extensión del período de gracia a regalos que ingresen dominicanos residentes en el exterior.

Brote de delincuencia y criminalidad, alzas de precios, incluido el de la tarifa eléctrica, apagones, caos en el tránsito y transporte y daños provocados por la tormenta Fiona y el diluvio del viernes 4, entre otras fatalidades, causaron un pronunciado déficit de optimismo en la ciudadania.

Diciembre sorprende a la población con situaciones inéditas como las sanciones impuestas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos contra Central Romana por alegado “trabajo forzoso” en sus operaciones y el comunicado de la embajada estadounidense sobre un supuesto trato desigual que se dispensa aquí a turistas afroamericanos.

También ha sido causa de incertidumbre el reclamo del Alto Comisionado de Naciones Unidas (ONU) para que el gobierno dominicano detenga las repatriaciones de indocumentados haitianos, cuestión que ha rechazado tajantemente el presidente Luis Abinader.

El primer suero de optimismo ha sido inyectado por el mandatario al anunciar que el Gobierno distribuirá a través de los Comedores Económicos seis millones de “raciones alimenticias navideñas”, con una inversión de RD$2,400 millones, además de aumentar la producción ordinaria a 150 mil raciones, clara señal de que se procura promover optimismo.

La tradicional exoneración de impuestos aduanales a mercancías ingresadas por dominicanos no residentes con valor de hasta 4,000 dólares, fue extendida hasta el 15 de enero, lo que junto al anuncio de que el Gobierno entregará la regalía navideña el 5 de diciembre, ayuda que la gente empiece a sentir “el airecito navideño”.

Se resalta como positivo la distribución de raciones alimenticias y canastas navideñas, si no implica beneficios electorales, así como la exoneración de arancel aduanal y el adelanto en el pago del bono navideño, pero el ánimo público no podría elevarse sin que el Gobierno cumpla su promesa de desalojar a los delincuentes de las calles para que la ciudadania pueda celebrar en familia las festividades de Navidad y Año Nuevo.

A las autoridades les corresponde gestionar un estadio de sosiego, seguridad y alegría, lo que se alcanza cuando los poderes públicos cumplen cabalmente con su rol de tutelar derechos, prevenir, perseguir y castigar crímenes y delitos y promover justicia social. Es en ese contexto donde se eleva el ánimo público.

El Nacional

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