El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha estremecido los cimientos políticos de España al concertar alianza con los partidos Juntos por Cataluña (Junts) y Nacionalista Vascos, (PNV) lo cual garantiza la nueva investidura del presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
La convulsión política ha sido causada por el compromiso asumido por el PSOE de promover en el Parlamento una ley de amnistía en favor de dirigentes de Junts que declararon una fallida independencia de Cataluña, incluido su líder, Carles Puigdemont, lo que rechazan el Partido Popular y otras formaciones.
Con el PNV, Sánchez se comprometió a aplicar en el plazo de dos años el traspaso a la autonomía vasca cerca de 30 reivindicaciones sociales y políticas, incluido el régimen económico de la seguridad social, así como la primacía de los convenios laborales del País Vasco, sobre los estatales.
El acuerdo con Junts fue firmado en Bruselas, mediante el cual el PSOE y los independentistas catalanes se comprometen a “contribuir a resolver el conflicto histórico sobre el futuro de Cataluña, incluso partiendo de posiciones divergentes”, además de promover una ley de amnistía en favor de Puigdemont, quien huyó a Bélgica.
Como resultado de esa estrategia política, el Partido Socialista retendría el gobierno pese a que su rival, el Partido Popular (PP) obtuvo una cantidad mayor de votos en las elecciones nacionales, pero no pudo reunir los sufragios necesarios en el Congreso de los Diputados para acceder al Palacio de la Moncloa.
La XV legislatura española estará signada por una precaria gobernanza sustentada en controvertidos acuerdos alcanzados por el PSOE con formaciones y partidos de Cataluña y País Vasco que impulsan forma de independencia o autonomía frente al Estado español.
Tal parece que el presidente Pedro Sánchez asumió a pie de letra el consejo aquel de que un político pragmático debe estar dispuesto a degustar un tiburón en estado de descomposición, aunque ha dicho que esos acuerdos garantizarían la permanencia en La Moncloa de un liderazgo de centro izquierda.
El tiempo dirá si la compleja telaraña política tejida por el PSOE garantizaría estabilidad política, o si, a consecuencia de ese tejemaneje, España ingresa en un indeseado período de incertidumbre social y económica. Conviene que el liderazgo político dominicano tome nota de lo bueno y de lo malo que puede extraerse de tan difíciles tratativas por retener el Poder.
El Nacional
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