Los ataques masivos de Israel contra diversos objetivos de Irán, entre ellos la capital Teherán e instalaciones nucleares y militares, así como la repuesta Iraní, con lanzamiento de misiles, deja planteada la guerra, lo que sin lugar a duda impactará en lo inmediato los precios del petróleo, gas natural y posiblemente el carbón mineral.
Irán posee una de las fuerzas militares más poderosas y esto lo hace una potencia militar importante, pero también es el cuarto país productor de petróleo y ha amenazado con el cierre del estrecho de Ormuz, localizado al sudeste del Golfo Pérsico, por donde cruza el 30 por ciento del petróleo del mundo.
Esto podría disparar el precio del crudo por encima de los 120 dólares el barril, según analistas internacionales. De hecho ya el precio del petróleo comenzó a subir desde la semana pasada.
Ante los acontecimiento de guerra entre Irán e Israel, tomando en cuenta que República Dominicana es importadora neta de energía primaria, como los hidrocarburos y carbón mineral, recomendamos seguir día a día el desenvolvimiento del conflicto bélico en el oriente y la variación de los precios del petróleo a nivel mundial para tomar previsiones que disminuyan el impacto negativo en la economía.
El eventual incremento del barril de petróleo, y como consecuencia aumento de los precios de los derivados, actualmente considerado en el país los más altos en Latinoamérica, impactaría el transporte, generación eléctrica, industria y residencias, reflejándose en la canasta familiar y factura de energía.
El petróleo representa el 48 por ciento de las exportaciones de Irán, las cuales son destinadas principalmente a China.
Es un actor importante en la producción del crudo y cuenta con la cuarta reserva probada a nivel mundial, unos 136 mil millones de barriles, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, (OPEP).
Por sus reservas petroleras y otros hidrocarburos, así como por su capacidad de producción, Irán es uno de los miembros más importantes de la OPEP.
Hasta hace pocos años fue la cuarta potencia productora de gas natural del mundo, después de Arabia Saudita, Rusia y Noruega, llegando a exportar 2.4 millones de barriles diarios.
Pese a las sanciones a que ha sido sometido en los últimos años por la comunidad internacional, afectando su producción y sus exportaciones, sigue siendo un actor importante en el suministro del preciado producto.