Por: Ramón Rodríguez

Evidentemente que, desde el poder, el presidente Luis Abinader, ha exhibido un carisma inobservable en sus años de candidato. De todas maneras, es innegable, que con la muerte de nuestros grandes políticos tradicionales, la sumisión de los grupos políticos al carisma espectacular de un líder: ya no existe.

Abinader tiene una gran autoridad política a lo interno del Partido Revolucionario Moderno, pero no es sabio que traspase esa autoridad a ningún grupo, pues lo cierto es, que, en estos momentos, algunos dirigentes políticos, tienen proyectos presidenciales »montados», aun y cuando saben que el activo más importante para que el PRM pueda permanecer en el poder, lo es el presidente de la República.

La dinámica de la política, es la lucha constante por el posicionamiento, ya sea con fines serios o simplemente para negociar. Nadie duda que la verdadera fábrica de presidentes está en el PRM: Guido Gómez Mazara, Ignacio Paliza, David Collado, Faride Raful, Wellington Arnaud, Carolina Mejía, Roberto Fulcar, Geanilda Vásquez y Ramón Alburquerque, entre otros. Importa recordar, que esa entidad se fundó en el año 2014. Lo que constituye una verdadera hazaña, el haber llegado tan rápido al poder. No dispongo de espacio para entrar en consideraciones del porqué se ganó, lo que tendrían que reflexionar sus líderes, es cómo podrían perder el poder si no hacen lo correcto.

Pienso que la manera más viable para que esa organización política no sufra resquebrajamiento, es que haga una reforma estatutaria sabía y que respete su democracia y sus leyes internas, llevando a cabo su convención en la fecha establecida, para que las bases de ese partido, que es donde descansa el verdadero poder, elija a sus autoridades. Dejar correr la democracia interna, es la primera vía de conservación de esa entidad política y por lo tanto, su permanencia en el poder.

Cuando algunos afirman que hay que detener las actividades proselitistas con miras a las elecciones del 2024, no son sinceros. A lo interno del PRM, quienes aspiran a ser presidentes de la República, nunca han dejado de hacer proselitismo. Esa es la verdad.

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