Opinión Articulistas

Galería de ineficaces

Galería de ineficaces

Elvis Valoy

Es pesada la cruz que ha tenido que cargar el presidente Luis Abinader con funcionarios que no funcionan, y que opacan su gobierno, llevando la incapacidad y la molicie a las instituciones que dirigen.

Resulta muy cuesta arriba recibir entidades públicas operando a todo vapor, y debido a la conducta porfiada y cerril de sus gerencias, semiparalizarlas y sumirlas en crisis, como está ocurriendo con el sector eléctrico actualmente. La obstinación y la indolencia está produciendo apagones por doquier.

Muchas ejecutorias de jefes gubernamentales son infructuosas, y su eficiencia se reduce a cero. Los ejemplos se caen de la mata. El desempeño de Deligne Ascensión en Obras Públicas ha sido vacuo; Ángel Hernández en Educación, es el «non plus ultra» de la ineptitud y la obstinación.

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A Chu Vásquez Interior y Policía le quedó grande, convirtiéndose en la inoperancia por antonomasia, mientras que la diva Milagros Germán es como el «merengue sin letras», que no dice nada.

Con tantos funcionarios tuntún los resultados gubernamentales se hacen frustrantes, pudiéndose instaurar una «galería de incompetentes». Un ejemplo lo representa la doctora Milagros Ortiz Bosch al frente de la DIGEIG; ella ha evadido sus responsabilidades, y lo único que se le conoce es haber puesto de moda la palabra «subsanable». Lo del MIREX es de brinco y espanto, y todavía se está analizando de qué país es que Roberto Álvarez es canciller.

Díaz Morfa parece un «sargento mayor esperando para pensión» y Carlos Bonilla Sánchez, el de Vivienda, se asemeja a un tahúr jugando al póquer; en tanto que el inefable Miguel Ceara Hatton ha sido el fiasco del siglo.

Pero si los funcionarios actuales son patéticos, los que esperan en el banco por un decreto son la antesala del paroxismo y la locura. ¡Pobre pueblo!.