¿Qué Pasa?

El reencuentro con “Javielo”

El reencuentro con “Javielo”

Francisco Javier González Parra "Javielo".

Como de costumbre, fui al parque Duarte de Salcedo a limpiar unos de mis zapatos, cuyo amigo, Lorenzo Emilio Fernández Liriano, ” Loro” fue el responsable de dejarlo como nuevo.

Entre melodiosas bachatas que a lo lejos se escuchaban las quejas de un amor traicionado y desesperado ( Eres tú o soy yo, de Wellington Toribio), adjunto a la desesperación de un borracho que con una botella de ron en manos trataba de adivinar algunas de las letras de la citada canción, más,  las historias que algunas personas se “confidenciaban” entre sí, me quise perder en el murmullo de un escenario,  en donde con sabor a pobreza, observé de manera un tanto profunda, el ya viejo y discreto rostro de Francisco Javier González Parra, mejor conocido como “Javielo”.

Según Loro me lustraba los zapatos,  me fui yendo poco a poco hasta La Cervecera La Fría de aquellos años, cuando Julio, entonces propietario del lugar, atendía junto a Javielo, a cada uno de los asiduos domingueros visitantes, quienes como yo y mientras escuchábamos “Casita Blanca” o “Si tú eres mi hombre y yo tú mujer”, la primera de Servando Díaz y la segunda de New York Band, ingeríamos de esas Bohemias cuyo costo si mal no recuerdo no llegaban a los 12 pesos.

Javielo, tan atento, servicial, discreto y diligente, recuerdo que con sus pasos rápidos y la mirada siempre clavada en el suelo,  atendía a los más de 50 personas que como una familia de los barrios y sectores periféricos de un Salcedo cargado de pobreza, nos reencontramos cada domingo ( como era mi caso), y allí,  entre anécdotas, chistes y jumos hacíamos nuestras parrandas para ya al final, darle las respetables propinas de 2 pesos y uno a quien nos complacía con nuestras canciones preferidas.

Luego, y por razones personales me alejé,  y hoy, me encuentro con ese Javielo, enfermo y nostálgico,  quien y a pesar de lo mal que lo ha tratado el tiempo, sigue mostrando en el trasfondo de su mirada, esa discreta inocencia que por momento me llevaron a La Fría, para pedir en mis recuerdos otra Bohemia junto a la canción  Ceniza de la inolvidable Antonia del Carmen Peregrino Álvarez, mejor conocida, como Toña La Negra……