Si hay un país que casi nadie menciona, y nos viene dando lecciones de dignidad y fortaleza, literalmente a prueba de balas, es Puerto Rico. Desde que USA lo convirtió en “territorio conquistado” (como aclarara Trump), a ese valiente país se le han aplicado todos los experimentos de desintegración social.
1.-Cambiarle el idioma, de español a ingles, sin ningún resultado.
2.-Transformarle la economía, fundamentalmente agrícola, para convertir la isla en un gigantesco conglomerado de farmacéuticas, provocando la primera emigración masiva de campesinos a USA.
3.-Reclutar a la juventud boricua para la guerra de Corea, donde murieron más puertorriqueños que todos los soldados.
4.-Utilizar a las mujeres boricuas como sujetos de experimentación médica para el desarrollo de la píldora anticonceptiva, esterilizando en el proceso a 37% de la población femenina.
5.-Convertir la Isla de Vieques en un centro de entrenamiento militar, a costa de la población local, víctima de las prácticas de tiro.
6.-Aplastar todas las revueltas contra la dominación colonial, siendo la más sangrienta la de Lares.
7.-Infectar con cáncer a don Pedro Albizu Campos, mientras se hallaba en prisión.
8.-El Día de celebración del Grito de Lares, cercar y herir al patriota Filiberto Cruz, y dejarlo desangrar con altavoces para que todo el país se enterara.
9.-Intervenir todas las instancias gubernamentales, argumentando la corrupción del gobernador, y entregar el mando de la isla precisamente a un grupo de corruptos que puso en venta iglesias, centros culturales y escuelas, a sectas religiosas y piratas económicos de toda calaña que han hecho de la isla su botín. Y, aun así, Puerto Rico no se rinde y acabamos de recibir de Zoraida Santiago y su esposo Quique, pareja de artistas puertorriqueños, un hermoso video que se llama Elegir la esperanza.
Una afirmación que parece resonar en América Latina, hoy con un presidente de izquierda, de 35 años, elegido en Chile; con una mujer progresista en Honduras, también elegida como presidenta; con un presidente de 34 años en El Salvador, que está sacando a su país de la miseria; con un presidente indígena en Bolivia y uno en el Perú, donde existe la más rancia, reaccionaria y violenta de las oligarquías (la misma que pretendió convertir a Simón Bolívar en virrey cuando llegó a Lima, provocando el digno rechazo del Libertador); y, si ese pueblo ha aprendido sus lecciones del psicópata que tiene como presidente, responsable en tres años de una destrucción de la Amazonia nunca vista , la elección de Lula y regreso del Partido de los Trabajadores, en Brasil.