Para facilitar servicios médicos a los miembros de la Policía y sus familiares el cuerpo cuenta con con su propio centro de salud, donde se brindan todas o casi todas las especialidades.
Se trata, por demás, de un hospital docente. Por los comentarios que circulan el hospital está en una preocupante, casi grave crisis de servicios.
Se ha dado cuenta de problemas con equipos y hasta en el suministro de agua potable, que es tan necesaria en los hospitales, dificultándose considerablemente las atenciones médicas a los pacientes. Por miedo a represalias o para evitarse conflictos los pacientes y hasta autoridades han optado por callar las deficiencias que afectan el centro de salud.
No se ha establecido si los problemas son de gestión o de falta de recursos económicos. Una investigación determinaría la realidad en que se encuentra el centro médico. Y serviría para establecer responsabilidades. No es ocioso recordar que la Policía no es ningún coto cerrado, sino una entidad pública como muchas otras.
Todavía los problemas hayan sido magnificados la investigación es más que pertinente. Serviría incluso para mejorar la calidad de los servicios. Con todas las enfermedades que atacan en estos momentos a la población preocupan más todavía las deficiencias que según los comentarios afectan el hospital de la Policía. Los informes indican que por las precariedades pacientes tienen que esperar largas horas o marcharse para buscar asistencia en otros hospitales.