Como en la presente ocasión, los recorridos de comisiones de militares y civiles estadounidenses por la frontera generan siempre conjeturas. ¿Cuál es el real interés en conocer las operaciones en la zona de las delegaciones de Estados Unidos? Es simplista la explicación de que el motivo se reduce a verificar el proceso migratorio y los servicios aduanales en la línea divisoria.
La misión de EE. UU. que observó la construcción de la verja en Dajabón, y otras operaciones, estuvo acompañada de la plana mayor del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), que es responsable de la seguridad en la frontera.
Estados Unidos se ha mostrado siempre opuesto a las repatriaciones de indocumentados haitianos e incluso ha presionado para la instalación de campos de refugiados.
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También se ha hecho eco de falsas denuncias sobre supuestas violaciones a los derechos de los haitianos en las repatriaciones. Para tratar de contener el contrabando y las migraciones el presidente Abinader no solo optó por la construcción de un muro fronterizo, sino en reforzar con equipos y soldados el servicio de vigilancia en la zona.
A las misiones estadounidenses, además de permitírseles verificar las operaciones se les han proporcionado todas las explicaciones que han requerido, ¿pero permitiría EE. UU. que militares dominicanos verifiquen allí sus acciones en las fronteras con México y Canadá? El Gobierno dominicano no esconde nada en las operaciones y las medidas que se han adoptado para controlar el trasiego por la frontera.