Un triunfo de la diplomacia dominicana.-
Santo Domingo fue escenario, entre el lunes 13 y el miércoles 15 de la semana recién pasada. De la 46 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, donde los temas dominantes eran el virtual enfrentamiento verbal entre los gobiernos de Nicolás Maduro, de Venezuela y Barack Obama, de Estados Unidos, además del aplazamiento sin fecha fija de las elecciones presidenciales haitianas.
A propuesta el Presidente Danilo Medina, quién hizo galas de mesura y comedimiento, la Asamblea General aprobó a unanimidad un desagravio a la República Dominicana por la inicua invasión de que fue víctima, cuando su infantería de marina desembarcó por el puerto de Haina y sus paracaidistas de la división aerotransportada 82 aterrizó en mayo de 1965, en la base aérea de San Isidro, con el pretexto de impedir el triunfo de la revolución de Abril de 1965 que trataba de reponer en el poder el régimen constitucional del profesor Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963, lo que hubiese significado el establecimiento de otro gobierno comunista al estilo del de Cuba, llegado al poder el 1ro. de enero de 1959, según Washington, cuando todavía estaba fresca en la memoria mundial la crisis de los cohetes atómicos de octubre de 1962, que pudo suponer la desaparición de la raza humana.
Triunfó la propuesta del Presidente Medina y a unanimidad se aprobó la Resolución que dispuso el desagravio a nuestro país de la intervención norteamericana del 1965, pues son otros los tiempos, desapareció la Unión Soviética, y hoy Rusia y Estados Unidos luchan aliadas contra el terrorismo islámico de la República ISIS en el Medio Oriente, y se vio al Secretario de Estado Norteamericano John Kerry darse un fuerte apretón de manos con la canciller Venezolana Delcy Rodríguez, acordando resolver las diferencias entre Washington y Caracas por la vía del diálogo. Como lo solicitó la cancillería dominicana.
Sobre las elecciones presidenciales haitianas se resolvió celebrarlas en el plazo más corto posible, con la participación de observadores interamericanos.
Merece destacarse la participación ecuánime y armoniosa de nuestro canciller arquitecto Andrés L. Navarro para el rotundo éxito de este cónclave de 34 de nuestros cancilleres miembros de la OEA.
Y hasta el próximo domingo, con más Jerez y más Whisky