Por: José Antonio Torres
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Comencemos por mencionar que, normalmente, una ola se forma por la fuerza del viento sobre una vasta superficie de líquido, que puede ser un océano, un río o el mar. En los océanos es donde las olas alcanzan mayor envergadura debido al gran campo que las mismas tienen para tomar forma. Sin embargo, todo dependerá de la fuerza de los vientos y en la dirección que soplen.
El tiempo del que dispone el viento para soplar y la profundidad de las aguas, son los factores que determinan el tamaño de las olas y cuánto mayores son cada uno de ellos, mayor tamaño tendrán las olas. Las olas del mar son ondas que se generan por la fuerza del viento.
En el lenguaje llano de la gente, la cresta de una ola se refiere a su cima, al punto más alto, quiere decir estar en el mejor momento, en el apogeo.
En política la cresta de la ola es el punto máximo que puede alcanzar un candidato, funcionario o presidente. De ahí que cada vez que el pueblo hace referencia al nivel de popularidad de Danilo no puede obviar la expresión “está en la cresta de la ola”.
Sin importar la dirección de los vientos, la popularidad de Danilo se mantiene incólume, cual si la ola que lo mueve es alimentada cada día por vientos renovados y en la dirección correcta.
Los vientos que soplan la agenda de la sociedad hacia el sur de la Doctor Delgado, han encontrado en la ola de Danilo a su mejor aliado; ahí está el 4% para Educación, las visitas a pequeños productores tradicionalmente abandonados por gobiernos anteriores.
El poder de los vientos es tal que, así como empujan las olas en el mar, en tierra sirven también para avivar los fuegos grandes y apagar los pequeños, lo que en modo alguno no ocurrirá con Danilo, dado la fuerza social que sostiene la ola, en cuya cresta se mueve el mandatario.
Hasta el momento, en el informe meteorológico nacional no se vislumbran vientos los suficientemente fuertes para desvanecer la ola de popularidad del mandatario. Ahí coincido con el discurso de Gedeón Santos sobre la difícil situación a la que tendría que afrontarse Danilo en caso de que los vientos futuros, en vez de disminuir la fuerza de la ola, contribuyan a encampanar ,aún más, la cresta.

