De acuerdo a los especialistas en conducta humana, la violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que a veces tiene como consecuencia traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo y hasta la muerte.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los actos repetidos de violencia desde la intimidación, las amenazas hasta la humillación y el menosprecio a las demás personas pueden convertirse en casos muy graves por efecto acumulativo.

Traigo esto datos a colación debido al temperamento violento que ha demostrado el diputado reformista Pedro Botello durante toda su campaña para que el Congreso apruebe una ley que obligue la entrega del 30% de los fondos de pensiones a los trabajadores, aunque para eso se joda el país.

Hace poco encabezó otra protesta en los alrededores del Palacio Nacional, en reclamo de que el Gobierno apoye la liberación de ese 30%, después que el Presidente Luis Abinader dijo que por el momento eso no era conveniente para la economía y recordó que el Estado tenía tres niveles de asistencia a los más pobres y a los trabajadores suspendidos.

Le dieron la oportunidad de entregar el documento entrando tres personas al Palacio, pero a Botello no le interesaba entregar nada, su interés es crear el caos y armó una discusión completamente irrespetuosa contra un soldado al servicio de la Casa de Gobierno.

Allí el legislador echó por el suelo su investidura con una tenaz provocación contra un pobre soldado que sólo cumplía órdenes superiores, y que está muy ajeno a los compromisos que tiene el legislador en su afán de provocar un caos a la economía del país.
Ese no es el tipo de representante que un país deba tener dando ese tipo de ejemplos.

Ya esta bueno de seguir aguantando a estos tigres vestidos de políticos hablando de leyes que solo quieren que se aplique a los otros, mientras él viola todas las normas de convivencia pacífica.

Nuestro diputado de lujo, el que también con su mismo temperamento ordenó las pedrea al Congreso, ahora comete una agresión mayor.¿Es que no hay autoridades ni leyes que puedan contener a este Superman?

Por. José Antonio Torres
josetorres60@hotmail.com