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Fafa narra Asalto a la Fortaleza Ozama

Fafa narra  Asalto a la  Fortaleza  Ozama

Fafa Taveras

Salido de las entrañas del trujillismo, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó pasó en poco tiempo a convertirse en el líder de la Revolución de Abril de 1965, en un momento donde muchos izquierdistas “se mandaron y otros como Rafael Molina Ureña que era presidente de la República aprovechó para asilarse y salvar su vida”.

Rafael -Fafa- Taveras cuenta con lujos y detalles los momentos más estelares de la Gesta Patriótica y hoy lamenta que haya sido el coronel Manuel Ramón Montes Arache, quien la noche del 28 de abril de 1965 sacó de la Fortaleza Ozama a los asesinos de las hermanas Mirabal.

“Nosotros habíamos decidido el 27 de abril, tras la llegada del primer desembarco de 500 marines que habían venido por una orden del presidente de los Estados Unidos, Lyndon Baines Johnson, a proteger supuestamente el perímetro de la embajada de su país por el desorden que imperaba en Santo Domingo, y necesitábamos armarnos y guarecernos.
”Por eso asaltamos la Fortaleza Ozama para conseguir armas y esto lo sabía Montes Arache y se nos adelantó esa noche del 27 de abril y sacó del lugar a los matones de las Mirabal y los protegió, algo que a mí me pareció grave y lamentable”, considera.
Enfrentó a Caamaño
Fafa Taveras cuenta que había tenido dos encontronazos con Francis Caamaño, uno en 1962, por el apresamiento del izquierdista Andrés Peguero, que había sido traído de Barahona, acusado de homicidio y “en el tribunal Caamaño me dio un empujón”.

“El otro choque fue por la celebración del triunfo de la Revolución Cubana, del 26 de julio. Yo estaba con una bocina voceando desde el local que tenía el 1J4, en la calle Hostos esquina Conde y allí se presentó un contingente de los cascos blancos encabezado por Caamaño y me dijo tiene tres minutos para callar esa bocina.

Seguí voceando y me dijo de nuevo le quedan dos minutos, finalmente me advirtió le queda un minuto para que me calle esa bocina y ahí mismo yo salí huyendo porque nos entró a bombazos y realmente nos calló”, narró Fafa Taveras a reporteros de El Nacional.

Entrenó en Cuba

El exizquierdista contó sus experiencias de 10 meses en el ejército cubano en el año 1963, lo que sirvió como combatiente y jefe de la rama militar del 14 de Junio junto a Juan Miguel Román.

Contó que el 26 de abril, dos días después del llamado del doctor José Francisco Peña Gómez, las fuerzas revolucionarias en su mayoría estaban desarmadas.

“Nosotros llegamos a la cabeza del puente Duarte la tarde del 26 de abril y estando ahí llegó un capitán con un tanque y un grupo de militares que quería cruzar porque supuestamente se había llegado a un acuerdo para crear una junta militar y que en 6 meses se convocaría a elecciones generales, pero el rechazo de los que estábamos ahí fue unánime. Ahí surgió la consigna golpe no, democracia sí”.

Para Taveras uno de los días más cruciales de la Revolución del 65, fue la tarde del 27 de abril, cuando regresó de los Estados Unidos el embajador Norteamericano William Tapley Bennett y en una reunión en la embajada le dijo a Caamaño que solo falta él en la reunión, y que no era momento de negociar, sino de rendirse.

“Eso sembró el pánico entre muchos izquierdistas que comenzaron a esconderse y tratar de conseguir armas. El presidente provisional Rafael Molina Ureña, que había sido presidente de la Cámara de Diputados, renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia. Pero Caamaño se armó de valor y cogió para el puente y nos dijo que a pesar del desembarco de los marines no teníamos otra alternativa que no fuera morir con dignidad.

Francis me dijo que él rechazó los términos de los planteamientos del embajador americano y precisamente fue en la victoria del puente cuando el coronel Caamaño surge como el gran líder de la Revolución”, asegura.

Narra que su alegría duró hasta el 28 de abril a las 10:00 de la mañana cuando se difundió la noticia del desembarco de tropas norteamericanas. Ahí mismo se armó el huidero.

Cañoneó la Fortaleza

Explicó que tras el anuncio del desembarco de los marines nosotros junto a un grupo de militares constitucionalistas asaltamos la Fortaleza Ozama y es ahí cuando oficialmente se montó al tanque que le habían quitado a los militares y cañonea en dos veces este recinto.

Ahí resultaron heridos Amaury Germán Aristy y Homero Hernández, “no sabíamos la fuerza que originaban los cañonazos y cuando yo disparé la fuerza los expulsó a ellos hacía los lados y cayeron heridos, salieron llenos de sangre, pero se recuperaron”.

Dijo que al cañonear la Fortaleza se apropiaron de decenas de fusiles “apresamos más de 300 casco blanco, pero no encontramos a los matadores de las Hermanas Mirabal, la noche anterior los había sacado del lugar el coronel Montes Arache.

Fafa cuenta con emoción, “pero déjame decirte yo no conocía bien a Caamaño, no fue hasta después del 27 de abril, cuando tras la gran batalla del puente, nos abrazamos una noche en un localcito de un segundo piso en la calle Pina, donde él estaba con una lámpara humeadora.

El tenía una plato esmaltado y comía una yuca con salchichón con las manos, dejó el plato y nos abrazamos sin tener que recordar nada de lo ocurrido anteriormente y de ahí en adelante fuimos muy buenos amigos”.

Para el exizquierdista Fafa, la Revolución de Abril es el acontecimiento más importante del siglo XX en República Dominicana. “Pero te digo más para mi el 27 de Febrero de 1844, la gesta restauradora y la Revolución del 65 son los hechos más importantes en la historia dominicana”.

UN APUNTE

Una honrosa resistencia

Un puñado de personas desarmadas fue capaz de resistir a más de 42 mil marines de la principal potencia del mundo de ese entonces y de ahora, destaca. No se puede olvidar el papel valeroso del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez y de Juan María Lora Fernández.

Víctor Martínez

Víctor Martínez: Pastor evangélico, y periodista de larga experiencia. Siempre dispuesto a servir a los demás. Director del digital Elguardian.com.do