Ha sido un feo espectáculo el que algunos que creyéndose tener la verdad absoluta han protagonizado en su contra. Ella se ha puesto lo que algunos nunca se pusieron, y es el traje de la valentía para que se cumplan ciertas disposiciones para beneficio de nuestra sociedad.

Faride Raful, destacada dama que enorgullece su género ha estado siendo bombardeada por misiles mediáticos que amparados en rancias creencias estereotipadas y las cuales nos han costado mucho superar como sociedad, desde nuestro punto de vista, está haciendo un excelente trabajo al frente de uno de los Ministerios más incómodos de todo el espectro estatal, como lo es el de Interior y Policía, siendo la segunda en ocupar dicho cargo, pues la primera fue la señora Rosa Julia de la Cruz en 1980, quien fue designada por el entonces Presidente Antonio Guzmán Fernández.

Hacen muy mal quienes se han estado colocando en la acera del frente para atacar y además propagar infamias en contra de quien la gran mayoría de la sociedad dominicana ha estado valorando en su justa dimensión.

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Es bueno que quienes maquinan contra la citada funcionaria entiendan, que su regia formación política se cimenta sobre rocas fortalecidas con sanos ejemplos de quienes en su familia han pasado primero el escabroso camino de la política.

Faride fue senadora y diputada, en donde hizo un trabajo que dejó profundas huellas a favor de la sociedad en sentido general, lo que ha provocado que al interior de su Partido Revolucionario Moderno (PRM) la valoren como una de las figuras presidenciables del 28.

Quienes se han enquistado en su contra para provocar su destitución o tratar de dañar su imagen, lo mejor sería que lo piensen bien, pues el gran grueso poblacional está consciente de que las leyes hay que cumplirlas, caiga quien caiga.