
El director ejecutivo de la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim), Pedro Richardson.
Santo Domingo.- El director ejecutivo de la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim), Pedro Richardson, destacó la importancia de modificar la Ley 225-20 de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, asegurando que esta reforma es crucial para garantizar la sostenibilidad económica y lograr un país limpio, libre de basura.
Richardson explicó que la legislación actual tiene una falencia fundamental: establece financiamiento para los puntos de transferencia y destinos finales de los residuos, pero no incluye recursos para la recolección de los desechos.
Aseguró que las alcaldías necesitan recursos adicionales para ofrecer un servicio eficiente de recolección de basura, y que la modificación permitiría contar con más fuentes de ingresos para mejorar este servicio.
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«Lo que más le preocupa al ciudadano es que le recojan los residuos de su casa, su calle o su barrio. Esto no se logra si no hay un apoyo adecuado por parte del Estado a las alcaldías y juntas municipales para atender estos servicios», subrayó.
Sobre el impacto económico que la modificación tendría para las empresas, Richardson, también presidente de la Federación Iberoamericana de Municipios Verdes, destacó que mantener un país limpio tiene un costo y requiere la contribución de todos.
«Mantener un país limpio cuesta, y quienes más generan residuos deben aportar más en proporción a la cantidad de desechos que producen y a los recursos que manejan», explicó.
La propuesta sugiere un pago de 30 pesos por ciudadano, lo que podría generar alrededor de 3,873 millones de pesos anuales. Este monto se destinaría a mejorar los equipos de recolección de basura y otros servicios esenciales para la comunidad.
«Actualmente, utilizamos equipos inadecuados para transportar los residuos. La flota de camiones de las municipalidades es obsoleta, con vehículos que tienen entre 25 y 35 años de servicio, lo que ocasiona la filtración de lixiviados y la dispersión de residuos en las calles. Necesitamos una flota moderna, tal como lo exige la ley», afirmó Richardson.

Consideró que todos deben contribuir al mantenimiento de un país medioambientalmente sano y limpio, ya que “los dominicanos merecemos vivir en un país sin basura”.
La reforma, según Richardson, es parte de un proyecto de país centrado en el desarrollo nacional, y dado que República Dominicana depende en gran medida del turismo, es urgente resolver esta problemática, ya que «la gente no visita lugares con basura».
En cuanto al mecanismo de pago, explicó que se recaudarían fondos a través de la factura eléctrica, utilizando el catastro de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES).
La administración de estos fondos recaudaría el Fideicomiso Do Sostenible, establecido por ley, y los recursos se distribuirían entre las alcaldías conforme a la población de cada municipio.
Finalmente, Richardson expresó su confianza en que los legisladores aprobarán la modificación de la ley. «Estamos seguros de que los legisladores apoyarán esta iniciativa porque todos queremos un país limpio y sin basura», concluyó.