Este combustible representa aproximadamente el 50 % de la matriz de generación eléctrica de República Dominicana, por lo que siendo más barato y menos contaminante que el petróleo de seguro ha contribuido a contrarrestar el impacto en los precios de otros combustibles fósiles.
El gas natural es uno de los combustibles cuya demanda no ha parado de crecer en los últimos años. Los motivos son un incremento de su empleo en procesos industriales de todo tipo y su uso en la generación de electricidad. A ello hay que agregar el creciente número de vehículos que lo utilizan como combustible.
Hay reservas probadas de gas natural por todo el mundo de nada menos que 198,8 billones de metros cúbicos.
República Dominicana ha sido primordialmente un consumidor de combustibles líquidos (que provienen del petróleo) en los parques de generación del Sistema Eléctrico Nacional interconectado, siendo susceptible a la volatilidad y altos costos de estos en comparación a otras fuentes de combustible.
Sin embargo, a partir del año 2018, el Estado facilitó la conversión de unidades de generación que consumían combustible líquido a gas natural, lo que permitió la obtención de contratos a largo plazo para el suministro de este combustible, y al mismo tiempo lograr precios más bajos en los mercados internacionales.
Esta iniciativa logró atraer al país inversiones extranjeras directas de más de 500 millones de dólares, y ahorros que superan los 200 millones de dólares durante el período de pandemia; esto es, entre enero del 2020 y marzo del 2022.
Mientras que según técnicos de Energas, el total de ahorros anuales proyectados al sector eléctrico por la conversión y suscripción de contratos de compra venta de las unidades Quisqueya I y Quisqueya II es de 518.2 millones de dólares.
Pero aún más importante, la conversión de las unidades existentes a gas natural permitió entregar más energía y a su vez reduciendo el subsidio al sector eléctrico por parte del Estado.
Estos datos demuestran que mantener un parque energético con combustible líquido es un mal negocio para cualquier país del mundo, y que la solución inmediata más barata y rentable es el gas natural.