Mariela Encarnación: Orgullo Nacional
Qué orgulloso me siento cuando veo en la televisión a nuestra querida presentadora Mariela Encarnación como anfitriona del programa “Showbiz”, de la poderosa cadena norteamericana CNN, brindándonos las últimas informaciones del mundo del espectáculo junto al colombiano Carlos Arciniegas.
Aparte de su belleza, Mariela goza de una simpatía que le da a ese espacio un sabor especial, en el cual mantiene intacta su dominicanidad, a pesar del largo tiempo que tiene viviendo en Miami, junto a su esposo italiano Giuseppe Russo.
Los que la hemos estado viendo desde sus comienzos como modelo, animadora y actriz en su República Dominicana natal sabíamos que con su personalidad tenía que alcanzar los más altos niveles de la televisión a nivel internacional, lo que ha ocurrido en la realidad.
Desde su base en Miami, Mariela va dando a conocer en “Showbiz” las noticias sobre las estrellas de habla hispana y angloparlantes que brillan en la ciudad del sol y en plazas cercanas, mientras que Arciniegas lo hace desde Los Angeles, donde gracias al programa es un respetado periodista que asiste regularmente a la ceremonia de los Oscar y de otros premios de fama internacional.
Una de las tantas virtudes de Mariela es que el hecho de ser uno de los rostros más importantes de la cadena CNN en español no significa que haya perdido la sencillez que la ha caracterizado desde sus comienzos. Colegas míos que se han encontrado con ella en centros comerciales de Santo Domingo me cuentan que ha caminado desde un extremo a saludarlos, como si ellos fueran las estrellas, algo que muchas figuras de barro del mundo del espectáculo local han olvidado, desgraciadamente.
Antes de CNN estuvo animando importantes programas en la cadena Telemundo y en otras compañías televisivas de alcance internacional, por lo que al verla actualmente frente a “Showbiz” no me extraña que cuente con tanta aceptación entre el público de distintos países.
Aquí en Dominicana la recordamos luciéndose en Mango TV, donde demostró que no era una cara bonita más, sino que una chica que sabía lo que quería y que lo consiguió.
Sigue triunfando, querida amiga.
