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Honor nacionalista

Honor nacionalista

Elvis Lima

Más allá del valor simbólico que tiene para un joven ser reconocido por su rendimiento académico, lo acontecido con los 30 estudiantes dominicanos galardonados en la ciudad de Nueva York bajo el programa “Orígenes de Excelencia 2025” representa mucho más que una simple distinción: es un acto profundamente nacionalista, una reafirmación de identidad y un mensaje de esperanza sembrado en tierra fértil.

Esta iniciativa, fruto de la alianza entre el Consulado dominicano en Nueva York, que encabeza Jesús “Chu” Vásquez, y el Comisionado de Educación de esa ciudad, rompe con una tradición de olvido histórico hacia la diáspora dominicana, a la que durante décadas solo se ha recurrido en tiempos electorales y para el financiamiento partidario. Hoy, por el contrario, se presenta un rostro humano de la nación: el de jóvenes nacidos o criados fuera del país, pero vinculados emocional y culturalmente con sus raíces. Jóvenes que, en su esfuerzo y disciplina, muestran que la dominicanidad no tiene fronteras.

El acto, celebrado en la High School for Law en el Alto Manhattan, no fue solo una premiación, sino un ejercicio de identidad, de conexión con el origen. Estos 30 estudiantes no solo fueron seleccionados por su excelencia académica, sino también por sus ensayos personales, en los que se reflejan los valores, los sueños y el deseo de contribuir a una mejor sociedad.

Lo significativo del programa es que los galardonados no se quedarán solo con un diploma. Viajarán en agosto a la República Dominicana, donde participarán en una agenda formativa y cultural de alto nivel, que incluye un encuentro con el presidente Luis Abinader, así como con los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados. Se trata de un verdadero “puente emocional” que reafirma su pertenencia y los vincula con el proyecto nacional.

Este reconocimiento no sería completo sin mencionar el respaldo del sector privado. La Fundación Rica, bajo la dirección de Wenceslao Soto, entregó 30 tabletas electrónicas a los estudiantes, dotándolos de herramientas concretas para su crecimiento académico. De igual forma, el Banco BHD y el Ministerio de Trabajo enviaron mensajes de orientación, consolidando una visión integral que suma esfuerzos del Estado y la empresa privada en favor de la juventud.

Como expresó el cónsul Vásquez: “Estos jóvenes son la viva imagen de lo que significa ser dominicano fuera de la patria: compromiso, orgullo, resiliencia y superación”. Su llamado a que se conviertan en embajadores de los valores dominicanos no es solo una exhortación, es una invitación a asumir con dignidad y responsabilidad la herencia que llevan en la sangre.

Este tipo de programas no solo inspiran, sino que construyen nación. Porque cuando un país invierte en su gente está asegurando el futuro y sembrando patria.

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