El dominicano Emmanuel Clase, de los Guardianes de Cleveland, abandona una corte federal en Brooklyn, el jueves 13 de noviembre de 2025. (AP Foto/Yuki Iwamura)
SANTO DOMINGO. — El béisbol y las apuestas van de la mano en la República Dominicana, donde los deportistas profesionales, músicos e incluso legisladores hacen públicas sus apuestas.
Pero por cada apuesta legal en el país caribeño, las autoridades dicen que hay muchas más ilegales.
Es una industria multimillonaria y extendida que ha sido objeto de escrutinio tras las acusaciones federales de Estados Unidos contra Emmanuel Clase y Luis Ortiz, los lanzadores de los Guardianes de Cleveland. Se les acusa de aceptar sobornos de apostadores deportivos no identificados en la República Dominicana para lanzar ciertos pitcheos y ayudar a esas personas a embolsarse al menos 460.000 dólares, según una denuncia revelada el domingo en Nueva York. Ortiz y Clase se han declarado inocentes.
Las acusaciones han consternado y avergonzado a muchos en el país natal de los jugadores.
“El caso de Enmanuel Clase y Luis Ortiz creo que va en degrado de la imagen del pelotero dominicano, porque en un sistema tan organizado como el de las Grandes Ligas, acciones de esa naturaleza ponen bajo la mira al pelotero dominicano y al latino”, dijo José de los Santos, fanático del béisbol y de las Grandes Ligas.
La República Dominicana tiene 3.500 casas de apuestas registradas, y ésas son sólo las legales. Las casas de apuestas deportivas son comunes en un país de más de 11 millones de personas y en donde el béisbol es el rey.
Según datos de la Asociación Dominicana de Bancas (Casas de Apuestas) Deportivas, hay alrededor de 3.500 negocios registrados, y muchos más ilegales.
Quico Tabar, director de la lotería nacional del país, quien fue encargado por el presidente para regular el juego, declaró recientemente en una carta pública que las autoridades han estado trabajando durante años para regular las casas de apuestas, pero que “circunstancias ajenas a nuestra voluntad, lamentablemente no permitieron que concluyera”. No dio más detalles.
Para Raymond Jiménez, un autodenominado apostador frecuente de deportes, todo es lo mismo.
Contó que elige los negocios más grandes y cercanos que permiten grandes apuestas, sin importar si son legales o no.
“No conozco ninguna banca de apuestas ilegal», expresó.
Jiménez comentó que la mayoría de las apuestas en la República Dominicana se centra en deportes como los juegos de Grandes Ligas, la NBA y la NFL.
“Yo jugaba desde 1998, cuando era menor de edad, yo saltaba la valla de la escuela para meterme en una banca a apostar con 14 años de edad», manifestó Jiménez. «He escuchado de todo, desde atletas que se venden a apostadores hasta otros que apuestan dinero en contra suya en las bancas”.
Las apuestas persisten en medio de la corrupción
Los legisladores en la República Dominicana están debatiendo un proyecto de ley que crearía una nueva entidad para regular y supervisar el juego y establecer sanciones por incumplimiento.
Mientras tanto, las conversaciones sobre las sospechas en torno de Clase y Ortiz continúan dominando las noticias y las redes sociales, al igual que el caso de Oscar Chalas, el exdirector de casinos y juegos de azar de la República Dominicana. Llegó a un acuerdo con los fiscales a finales de octubre y admitió su responsabilidad en la recaudación de dinero de casas de apuestas ilegales para permitirles seguir operando.
Chalas le dijo a un juez que cada casa ilegal pagaba hasta 100 dólares al mes, pero que no recordaba la cantidad total recaudada porque había «muchas» de ellas. También afirmó que un exministro de Hacienda conocía y aprobaba el esquema, según informes de medios locales.
Se espera que el ritmo de las apuestas legales e ilegales aumente a medida que los equipos locales y los fanáticos se preparan para la final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana a principios del próximo año.
Una de las apuestas públicas más famosas del país que involucró a la liga local tuvo lugar a principios de este año.
David Ortiz, miembro del Salón de la Fama y exastro de los Medias Rojas de Boston, ofreció a los fanáticos una apuesta de un millón de pesos (16.000 dólares) en las redes sociales a favor del equipo que ganó el campeonato. Terminó con 15 millones de pesos (240.000 dólares) en juego. Eso incluyó una apuesta de dos millones de pesos (32.000 dólares) con el cantante urbano dominicano Bulin 47, pero Ortiz lo perdonó después de ganar:
“Tú eres bacano (muy bueno) con los pobres”, escribió.
