Para asegurar la inscripción de sus hijos en uno de los tres politécnicos de La Victoria, padres y tutores pernoctaron durante tres días frente a los centros educativos.
Los padres no se fían, por lo visto, de las seguridades del Ministerio de Educación de que ningún estudiante quedará fuera de las aulas en el próximo año lectivo.
Diario Libre recoge escenas dramáticas de jóvenes durmiendo en camas improvisadas en el suelo para estar temprano en las inscripciones que comenzaron ayer.
La Victoria alberga los politécnicos Juan Pablo II, Fe y Alegría y Marcos Evangelista Adón, que al parecer no cuentan con la capacidad suficiente para acoger a la población estudiantil de Los Guandules y otros sectores.
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La presión, que se repite cada año, representa un toque de atención para las autoridades en torno a la enseñanza.
Tal vez por falta de una planificación más rigurosa, porque de recursos no es, el déficit de aulas se evidencia con más dramatismo en la apertura de cada año escolar.
Para padres y tutores es una verdadera odisea, como se advierte en los sectores de La Victoria, conseguir la inscripción de sus hijos.
Y si el dolor de cabeza es más llevadero se debe a que el Gobierno, con la enseñanza garantiza a los estudiantes transporte, merienda, uniformes, libros y materiales.
Puede darse por descontado que el caso de La Victoria es el mismo, con mayor o menor dramatismo, que se repite en diferentes puntos del territorio.