El pacto a través del cual la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) se comprometió a no interrumpir la docencia, logrado con la mediación del defensor del Pueblo, se diluye cada día más.

El gremio acordó recurrir al diálogo para dirimir cualquier cualquier conflicto, pero sus filiales en Haina y Las Matas de Farfán no han respetado el compromiso con los paros de docencia que han protagonizado.

En medio de un ambiente político que cobra cada vez más calor es lógico el temor de que se utilicen los centros educativos como instrumentos de presión.

El Ministerio de Educación tuvo que intervenir una escuela de Haina para poner fin a una una huelga de los profesores en demanda de la sustitución de la directora.

La decisión del ministro Ángel Hernández encontró amplio respaldo en distintos sectores. Ala crisis en Haina se ha agregado la suspensión de la docencia en Las Matas de Farfán en demanda de que se habilite una profesora que está bajo investigación.

Desde hace un buen tiempo los maestros no tienen mejor medio para presionar por cualquier demanda que la suspensión de la docencia. Son maestros a quienes, por la acción, no les interesa la enseñanza.

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Si el presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, carece de autoridad para que las seccionales cumplan el acuerdo para garantizar la docencia, el Ministerio de Educación tendrá que intervenir para garantizar el orden y la enseñanza en los planteles.