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JOH en Honduras

JOH en Honduras

Elvis Valoy

Con sobradas razones y ejemplos en demasía,  muchos expertos analistas internacionales al hablar de la política estadounidense se refieren a la categoría “el Estado Profundo”, que en inglés viene a ser el Deep State, estamento todopoderoso que es el que tiene la “última palabra” en materia de política tanto nacional como exterior.

Mientras la bola corre en el campo de futbol sin importar quien vaya a marcar un gol, al final, el gran árbitro es este Deep State, que es el que decide todo lo concerniente a la agenda norteamericana. De ahí que sea común ver a presidentes de esa potencia mundial tener que cambiar su bitácora al instante en que arriban a la Casa Blanca. Un caso que ejemplifica lo anterior es el del ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien fue diputado y gobernó por dos periodos la patria de Francisco Morazán.

 JOH, acrónimo con el que se le conoce popularmente a Hernández en la tierra del bravo cacique Lempira, fue mencionado por varios narcotraficantes en una corte de New York y su hermano Tony, condenado a cadena perpetua por delitos criminales.

 Pero mientras eso ocurría, la DEA, el Comando Sur, funcionarios estadounidenses, legisladores, etc., reconocían y alababan al gobierno de JOH, como acertadamente ha mencionado el ex mandatario catracho en una carta abierta en donde no sale de su sorpresa ante la decisión de los Estados Unidos de revocarle la visa por actos de corrupción.   

 En su misiva sobre este particular, JOH dice:” Sorprende que esta decisión, como lo señala el segundo párrafo de la declaración del secretario Anthony Blinken, se toma basadas en “reportes de medios de comunicación” y además en declaraciones de narcotraficantes y asesinos confesos que fueron extraditados por mi gobierno, o que tuvieron que huir y entregarse a las autoridades de Estados Unidos por temor a ser extraditados.