Opinión Articulistas

Las “guerras” de Trump

Las “guerras” de Trump

Manuel Fermín

Probablemente nadie en el mundo político de hoy acumula el poder y la importancia que reviste utilizarlo para imponer sus convicciones, que Donald Trump. La forma como anticipo de los cambios que propone en las relaciones con los demás países del globo, es haciendo sonar las trompetas del Apocalipsis para “salvar su país de quienes lo han estafado por décadas”.

Como a Trump le fascina provocar los focos mediáticos, ha emprendido varias guerras, destacándose la arancelaria que ha dejado absorto al mundo, y que la mayoría de las naciones afectadas la ha catalogado de ser “una amenaza” a la estabilidad.

Claro, unos invitan a dialogar, y otros, particularmente China, ha tomado represalias para defender sus intereses. Nadie niega que en la relación de negocios China es muy favorecida exportando a USA (un 15% del total de las importaciones de este país), pero un 145% de arancel es “pegarse un tiro en el pie” porque genera inflación.

Quienes consideran a USA como la Estrella Polar que guía a Occidente, y ser la potencia más atrayente y seductora de la Historia, consideran ese proceder xenofóbico, especialmente “sinofoba y eurofoba”, que son los polos más afectados por sus medidas. Se trata de una decisión arriesgada que fuerza a buscar el diálogo o la prudencia para rebajar la incertidumbre creada.

Pero al mismo tiempo evitarle el daño mayor al liderazgo de Estados Unidos asumiendo esa destructiva actitud. Sin embargo, una guerra en que exhibe éxito es el freno del flujo impresionante de migrantes ilegales por la frontera sur.

Desafortunadamente ha iniciado la guerra contra la Constitución y el Estado de Derecho, desobedeciéndola, y no atendiendo decisiones judiciales emanadas de jueces supremos; también contra las universidades acusadas de permitir el antisemitismo en sus campus; pero también tratando de regular sus sistemas de enseñanza.

Todas estas medidas a mi entender despiertan dudas razonables en torno a obtener buenos resultados para su “Estados Unidos Primero”, que ha sido el culmen de su discurso. La creencia es que perderá las guerras, aunque las gane.