Vista de grandes taponamientos y la oscuridad en la avenida 27 de Febrero en Santo Domingo por el apagón general del 11 de noviembre. / Chaimy Soriano. / El Nacional.
Santo Domingo.-El colapso total del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) del pasado 11 de noviembre que provocó un apagón nacional, tuvo un origen puntual: una maniobra manual incorrecta durante trabajos para reparar un aislador desprendido en una línea de 138 kV en la subestación de San Pedro de Macorís.
El informe oficial entregado por el Organismo Coordinador (OC) establece que el error operativo provocó un cortocircuito trifásico que desestabilizó de inmediato la red y activó protecciones en cascada.
La brigada que intervenía el tramo realizaba un trabajo correctivo autorizado, pero la apertura del seccionador —en carga— generó una falla severa que derivó en el disparo de líneas y en la pérdida súbita de generación en la zona Este. Esa caída inicial retiró unos 575 megavatios del sistema, más de lo que la red podía soportar sin perder estabilidad.
Como consecuencia del choque eléctrico, la frecuencia descendió bruscamente y activó el Esquema de Desconexión Automática de Carga (EDAC), diseñado para defender el sistema en casos de emergencia. Sin embargo, minutos después la frecuencia volvió a subir de manera abrupta antes de desplomarse de nuevo, en una secuencia que imposibilitó cualquier recuperación.
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El apagón total ocurrió apenas 110 segundos después de la falla inicial. El conjunto de disparos automáticos en líneas, plantas y circuitos de distribución produjo un encadenamiento irreversible que terminó apagando completamente el SENI.
Revelaciones técnicas: protecciones que actuaron mal y disparos inesperados
El informe revela actuaciones incorrectas en varias protecciones clave del sistema. Según los análisis del OC, múltiples relés se dispararon sin que existieran las condiciones reales para hacerlo, o lo hicieron fuera de sus tiempos programados, agravando la cadena de eventos.
Entre los casos más serios se incluyen disparos en líneas como Coastal–La Romana, Boca Chica–San Pedro, El Soco–Hato Mayor y San Pedro Bioenergy–SPM, donde algunos relés operaron fuera de su zona de protección.
El documento también detectó que en varios campos los registros no estaban sincronizados con GPS, lo que impidió reconstruir con precisión la secuencia de fallas. Esa falta de sincronización compromete la coordinación entre protecciones y dificulta el análisis postevento.
En el plano de distribución, el EDAC mostró fallas importantes: algunos circuitos se abrieron cuando no correspondía, mientras otros no actuaron pese a que la frecuencia había caído a niveles que requerían desconexión inmediata.
Caída en cascada alimentada por pérdidas de generación y fallos de coordinación
El OC confirma que el disparo de la unidad Punta Catalina 2 y la desconexión de varias plantas solares y eólicas contribuyeron decisivamente al colapso.
Más de mil megavatios de generación quedaron fuera de servicio en los minutos posteriores a la falla inicial, comprometiendo todavía más la capacidad de respuesta del sistema.
Las centrales térmicas tampoco lograron seguir adecuadamente los comandos del control automático de generación, lo que redujo la capacidad del SENI para corregir las oscilaciones de frecuencia.

La combinación de pérdidas súbitas, fallas en la regulación y disparos incorrectos derivó en una desconexión automática generalizada que el sistema no pudo contener.
El restablecimiento inició con centrales hidroeléctricas y motores de combustión interna, seguidos por plantas térmicas en disponibilidad de arranque. La recuperación progresiva permitió restablecer la totalidad del SENI horas más tarde.
Recomendaciones: ajustes urgentes en protecciones, registro y operación
El informe del Organismo Coordinador contiene 28 recomendaciones dirigidas a generadores, distribuidoras y a la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana, con énfasis en corregir vulnerabilidades críticas.
Entre las prioridades figuran revisar y ajustar los tiempos de operación de relés que actuaron indebidamente, corregir configuraciones erróneas y garantizar la sincronización GPS de todos los registros enviados al centro de control.
Otra recomendación esencial es asegurar que los circuitos pertenecientes al EDAC no sean abiertos durante trabajos de campo sin sustituirlos por otros equivalentes, ya que esta lógica de defensa es vital para evitar apagones mayores.
El organismo sugiere además incorporar sistemas de almacenamiento de energía por baterías para mejorar la regulación de frecuencia y facilitar arranques autónomos en situaciones de emergencia, junto a ajustes en protecciones que puedan desconectar múltiples centrales de manera simultánea ante fallas severas.
