Jerez de la Frontera (España).- El guitarrista Paco Cepero, uno de los que acompañaron en el escenario y fuera de los focos a la cantante, bailaora y actriz española Lola Flores (1923-1995), cree que a ella “la palabra artista se le quedaba corta».
A punto de cumplir 81 años, Paco Cepero vive en Jerez de la Frontera (suroeste español), la misma localidad donde nació Lola Flores hace cien años.
Pero ambos se conocieron en Madrid, adonde el guitarrista se trasladó muy joven para desarrollar su carrera, como años antes hizo Lola Flores y como en aquella época hacían todos los flamencos que querían comer del arte.
Cepero fue muchas noches a la casa familiar de Lola Flores, su marido, el guitarrista Antonio el Pescaílla, y sus hijos, Lolita, Antonio y Rosario, en Madrid, en la que se celebraban continuas y memorables fiestas; y también a Caripé, el tablao flamenco que montó la artista en la capital de España.
Compartió con ella escenario y compuso para ella y para sus hijos canciones como “Apuesta por el amor”, “Amor, amor”, que impulsó la carrera de Lolita, o “Libre”, uno de los primeros éxitos de su hijo Antonio.
Paco Cepero fue así testigo de cómo Lola Flores fue una artista y una persona “irrepetible”, como tocada -dice- por una varita mágica.
“Ha sido la más grande, una artista que te erizaba la piel. Estando con ella, ya te ponía en erupción- era un temperamento, un gracejo especial”, dice el guitarrista en declaraciones a EFE.
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Cuenta que en el escenario vibraba. “Cuando la escuchaba, la veía moverse por el escenario, con el abanico, pegaba dos patadas a la cola y te erizaba la piel, te ponía en erupción” como un volcán, añade.
Cepero recuerda que, “como todos los grandes artistas”, Lola Flores era una persona sencilla, muy entrañable, muy generosa, ayudaba a todo el que le pedía ayuda. Yo no puedo hablar nada más que parabienes».
El guitarrista confiesa que él era uno de sus millones de admiradores- “Era una artista irrepetible, única. Se cumple el centenario, pero ella tenía que haber sido eterna”, enfatiza.
A una mujer con su fuerza “el apelativo de artista se le quedó corto”, remacha.