El Índice de Confianza al Consumidor (ICC), indicador económico que mide el grado de optimismo de los consumidores, disminuyó 1.9 en abril con respecto a noviembre de 2021, lo que revela un deterioro en las expectativas ciudadanas sobre la situación económica por la persistencia de presiones inflacionarias y reducción del ingreso familiar.

Una encuesta del Ministerio de Economía situó el ICC de coyuntura en 50.6 puntos, el de expectativa en 109.1 y el global en 77.1, cifras indicadoras de que “los consumidores dominicanos se mostraron menos optimistas” del entorno económico actual, aunque también se define como “moderadamente pesimista”.

Ese estudio atribuye esa caída del ICC al deterioro del consumo actual de los hogares, que se mostraron “menos dispuestos a efectuar compras bajo la condición económica actual, tanto así que el 87.1 % de los hogares consideran que no es momento para adquirir un vehículo y el 81.5 % piensa que es un mal momento para comprar electrodomésticos u otros muebles del hogar.

Puede decirse que el Índice de Confianza al Consumidor es el indicador económico que mide el sistema nervioso de la economía a través del optimismo o pesimismo de los consumidores a partir de sus ingresos y de la situación del país.

La divulgación de esa encuesta brinda una buena oportunidad para que Gobierno, agentes económicos y población a partir de esas estadísticas aúnen esfuerzos para recomponer una percepción de los consumidores sobre el momento económico que oscila entre “menos optimista” y “moderadamente pesimista”.

Un dato relevante en esa encuesta sobre Índice de Confianza del Consumidor se refiere a que la caída del indicador global fue atenuada por un mayor optimismo sobre la situación económica en los próximos doce meses, en particular las condiciones del mercado laboral y el ahorro familiar.

La confianza de los consumidores también se precipitó en Estados Unidos, de 108.8 a 106.4, matizado por una inflación persistentemente alta, con énfasis en precios de alimentos y energía, lo que obliga a los estadounidenses a recurrir a sus ahorros y sobrecargar sus tarjetas de crédito.

El discurso oficial sobre estabilidad de precios y mejoría del empleo no concuerda con el Índice de Confianza del Consumidor, que conforme a un estudio del Ministerio de Economía, se ha deteriorado, por lo que se requiere armonizar percepción con realidad.