La economía de Estados Unidos, cuyos presagios la situaban para esta fecha en situación de recesión a causa de la subida de los tipos de interés, ha dado un giro inesperado al registrar en el tercer trimestre un crecimiento de 1,2 %, lo que equivale a una tasa anualizada del 4.9%, la más alta desde 2021.
Ese inesperado incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía del mundo ha sido motivado por el consumo y la fortaleza del mercado laboral, combinación de indicadores que signan el destino económico en cualquier sociedad de libre mercado.
Difícil es precisar si ha sido el consumo la causa de la resiliencia laboral o si ha sido al revés, pero lo cierto es que ambos factores han puesto a dudar a la Reserva Federal sobre las alzas en las tasas de interés como remedio infalible para frenar la inflación.
Aunque los expertos advierten que son temporales las causas que motivaron la expansión de la economía durante el periodo julio-septiembre, lo que llama la atención es que ese crecimiento ha sido impulsado por el gasto o consumo en “ocio y entretenimiento”.
El informe sobre la economía estadounidense menciona como causas incidentes las giras de conciertos de Taylos Swift y de Beyoncé, que batieron records y atrajeron turistas a las ciudades donde se presentaron, así como las películas Barbie y Oppenheimer, que llevaron más consumidores a las salas de cine.
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Se resalta también que los consumidores estadounidenses viajaron más para consumir parte de lo ahorrado durante la pandemia cuando la Reserva Federal y el gobierno liberaron miles de millones de dólares en subsidios, una parte de los cuales no pudo ser utilizado por las restricciones sanitarias.
El ocio y entretenimiento han sido los elementos claves en el rescate, aun sea momentáneo, de la economía de Estados Unidos, a punto de recesión, que ayudaron a duplicar su crecimiento interanual, ayudado también por el gasto en inventarios en las administraciones federales y el auge de las exportaciones.
Gobierno, autoridades monetarias y sector productivo deberían seguir con atención el curso de la economía de Estados Unidos, cuyo repentino crecimiento se sustenta principalmente en el consumo y en la fortaleza del empleo, receta infalible para mitigar también aquí aciagos tiempos de crisis.
