Se acrecienta el miedo al deterioro de la economía de Estados Unidos, como se reflejó ayer en las fuertes pérdidas en las bolsas mundiales, sacudidas por el repentino anuncio del presidente Donald Trump de que aumentaría hoy al 50 % el arancel sobre el hierro y el aluminio que ingresa a ese mercado desde Canadá.

Ese manto de incertidumbre ha sido causa de un freno en la creación de empleos y deterioro en el Índice de Confianza del Consumidor, lo que se agrava porque Trump no descartó que la economía estadounidense ingrese en peligro de recesión, aunque sostuvo que el país afronta un periodo de transición.

Las corporaciones tecnológicas Tesla (-15,4%), Apple (-4,8%), Alphabet (Google) (-4,4%), Nvidia (-5%), Microsoft (-3,3%) y Amazon (-2,4%), resultaron las más afectadas en la accidentada sesión bursátil del martes, en tanto que S&P 500, el índice más representativo de la Bolsa estadounidense, cayó un 2,7%.
Trump apuesta a que la desconfianza que muestran consumidores e inversionistas sea solo un “breve período de transición”, lo que no parece posible por sucesivos anuncios del mandatario sobre posibles aumentos de aranceles que afectarían a México, Canadá, China y los 27 países de la Unión Europea.

Puedes leer: Estados Unidos se prepara para activar este miércoles aranceles al acero y aluminio

La tasa de desempleo en Estados Unidos aumentó una décima en febrero para situarse en 4,1%, con la creación de 151 mil puestos de trabajo, por debajo del promedio de 168 mil mensuales, en tanto que el índice de inflación, subió también una décima (3 %), un punto porcentual superior a la meta de la Reserva Federal.

Una encuesta de Wells Fargo arrojó que el 82 % de los adultos y el 79 % de los jóvenes estadounidenses planean recortar sus gastos para los próximos meses, que incluye comer fuera o pedir comida a domicilio, lo que revela el declive en el Índice de Confianza del Consumidor, fatídicos resultados que también se muestran en una investigación similar de la Universidad de Michigan.

Los sectores locales generadores de divisas como turismo, exportaciones nacionales y de zonas francas, remesas e inversiones extranjeras directas no serían severamente lesionados por las alzas de aranceles, pero sí por el declive en indicadores básicos que precipiten a la economía de Estados Unidos hacia una indeseada recesión.

Todos los observatorios económicos dominicanos deberían dirigir sus focos hacia Estados Unidos, donde es evidente que la situación económica cambia muy rápidamente a un preocupante castaño oscuro, aun cuando el presidente Trump proclama que esos nubarrones de incertidumbre son pasajeros.