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Martha Olga García

Martha Olga García

Chiqui Vicioso

Decía el poeta Cesar Vallejo que hay golpes tan fuertes en la vida como de la ira de Dios, y este fin de año ha llegado cargado de ellos.

Ahora se nos ha ido Martha Olga, cuyas fiestas navideñas, con una de las mejores exhibiciones de Belenes de la ciudad disfrutábamos cada año.

Niña grande, huérfana temprana, amada y protegida de todos, Martha era tan generosa como su risa y la primera vez que la conocí fue en una reunión a finales de los sesenta de lo que sería un primer germen del segundo movimiento feminista en el país. Estaban Naya Pereyra, de su natal San Cristóbal, mujer que deslumbraba por sus ideas avanzadas y vitalidad; Isis Duarte, Vivian Mota, y otras compañeras que ahora no recuerdo, y en el centro, convocando la reunión, Martha Olga.

Creo que Magaly aun no llegaba al país y si había llegado aun no estaba organizada en estas lides.
A esa reunión me invitó Juan Bolívar Diaz, gran amigo de Martha y para mí, incipiente estudiante de Sociología, fue una primera introducción a la problemática de las mujeres dominicanas, que luego llegaría a profundizar en los tiempos en que trabaje en Profamilia (a cuyos eventos ella no faltaba); en la Dirección General de Promoción de la Mujer, ideada y creada por ella, la cual luego se convertiría luego en Ministerio; y posteriormente en el UNICEF, cuando la contratamos, como consultora para la elaboración y redacción de la Ley 136-03, para el Código del Sistema de Protección a los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes.

Como ha sido muy reseñado, la carrera profesional de Martha comenzó muy joven, como abogada especialista en familia; primera sexóloga del país graduada en la Universidad Católica de Lovaina, y luego en Paris I; como catedrática universitaria de larga data, y miembro del comité universitario que organizó el primer seminario sobre la situación de la mujer Hermanas Mirabal, en el 1975; como abogada que apoyó las reformas legales, entre el 1994 y 1972, para reconocer el derecho a la tierra de las mujeres campesinas; y del Código Penal para introducir delitos de violencia de género y violencia intrafamiliar .

Vicedecana de la facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, fue una importante dirigente estudiantil en México, Washington, Alemania y Bruselas, y aquí una dirigente de la Acción Católica que jugó, junto con Dinorah Cordero, un papel muy importante entre las fuerzas constitucionalistas y la iglesia durante la Revolución de Abril.
Martha estaba interesada en escribir sus memorias y siempre llamaba para discutirlas, pero se acabó el tiempo y ahora su memoria queda, pero en nuestro corazón, compañera del alma, compañera.