Como cada domingo Semana

Museos a cielo abierto

Museos a cielo abierto

José Rafael Sosa

La declaratoria de como patrimonio cultural y Museo a Cielo Abierto del cementerio municipal de Santiago, por parte del concejo de regidores del ayuntamiento, es una medida que debe ser reconocida como valiosa y como ejemplo para que otros camposantos que atesoran tumbas con valor histórico, hagan lo mismo.

Se impone felicitar al doctor Edwin Espinal Estévez y al arquitecto Harold Paz, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), con el soporte de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, tras cuya propuesta, se generaron visitas guiadas auspiciadas por el Centro León (2016 y 2021), la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (2022) y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (2023).

Similar medida debería adoptar el consejo de regidores de la de Santo Domingo con el antiguo cementerio municipal de la avenida Independencia que en sus 199 años, tras su inauguración el 29 de agosto de 1824, durante la ocupación haitiana presidida por Jean Pierre Boyer, permanece abierto con una oferta artística e histórica que pocos conocen.

Museos a cielo abierto
Cementerio de la avenida Independencia, en Santo Domingo.

Fue cerrado en 1943, no obstante, durante la Revolución de Abril de 1965 muchos de los héroes constitucionalistas caídos en combate fueron enterrados en ese sitio.

Allí quedan vestigios concretos de varias generaciones (vestuarios de época, personas y “personalidades” enterradas allí -incluyendo los cuerpos de marines norteamericanos de la intervención de 1916.

También reposan los restos de escritores, médicos, madres, padres, hijos y artistas dominicanos de esos lejanos tiempos.

El cementerio se utiliza para el turismo necrológico, pero con el paso de los años, se han deteriorado las tumbas sobre todo las estatuas que las coronan.

El sociólogo Teófilo Barreiro y la periodista Nexcy de León hicieron inventario de las tumbas por los años 90 y principios de los dos mil y expusieron en un documento ilustrado con fotos, cuanto hay (o había en ese momento) de patrimonio cultural.

Es hora de validar ese lugar. Es tiempo de declararlo Patrimonio Cultural y Museo Abierto.