La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley emanado del Poder Ejecutivo para terminar unas 673 obras inconclusas definidas de alta prioridad, entre las que figuran 19 centros hospitalarios, heredadas de la pasada administración.

Las construcciones, suspendidas por falta de partidas presupuestarias, estaban a cargo de la disuelta Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe).

Con el proyecto el Gobierno procura que las obras, entre las que también figuran escuelas, estancias infantiles, carreteras y otras cuenten con un presupuesto transitorio para concluirlos.

Pero el diputado Máximo Castro detectó un agujero oscuro durante la discusión del proyecto en alusión a unos 60 solares para levantar planteles que no han sido tocados a pesar de que a los contratistas se les adelantó el dinero. Otro problema que se ha detectado tiene que ver con que en algunos casos se superó el 25% del monto original.

Ante la demanda de pago de contratistas, sobre todo de planteles escolares, las autoridades han hablado de un nudo legal que dificulta honrar los compromisos. Pero ahora parece que existen otros nudos a propósito del proyecto para terminar las obras.