Opinión Editorial

Operativos imprescindibles

Operativos imprescindibles

El 20% de 177 conductores sometidos a pruebas de alcoholemia dio positivo a la ingesta de alcohol, de los cuales el 10% estuvo muy por encima del grado permitido por la ley, es decir “en estado de embriaguez”, comprobación de lo que constituye una causa puntual de accidentes de tránsito.

Esos fatídicos resultados fueron arrojados por un retén instalado el viernes por el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (Intrant) en la avenida Winston Churchill, donde 171 conductores de vehículos y cinco de motocicletas tuvieron que accionar el aparato de medición del grado de alcohol en la sangre.

Un total de 16 conductores arrojaron la condición de ebriedad, lo que resulta incompatible con la capacidad de maniobrar un vehículo, en tanto que 35 tenían indicios de alcohol en el torrente sanguíneo, razón suficiente para que las autoridades apliquen esas pruebas de manera regular en avenidas, carreteras y autopistas.

En Estados Unidos, donde las vías están bien protegidas por la autoridad de tránsito, un tercio de todas las muertes relacionadas con accidentes de tránsito ocurren debido a la conducción bajo los efectos del alcohol. Hay que imaginarse cuál sería el porcentaje aquí con escaso patrullaje vial.

Otra estadística a tomar en cuenta es que el 68% de los accidentes automovilísticos vinculados con la ingesta de alcohol ocurren en la noche y solo el 28% durante el día, además de que más de diez mil personas mueren por esta causa cada año en territorio estadounidense.

En República Dominicana el alcohol fue causa del 70% de los accidentes de tránsito en el año 2019, según un estudio del Colegio Americano de Cirujanos, que arrojó también que el 48% de esas colisiones se produjeron durante los fines de semana en horas de la noche y la madrugada.

Lo aconsejable sería que conductores cumplan a pie de letra con la ley que prohíbe manejar con hasta con 0.5 gramos de alcohol en la sangre, un índice que se viola con la ingesta de dos tragos de wiski o de ron, dos cervezas, dos copas de vino o una copa brandy.

La prueba de alcoholemia es prevención imprescindible para evitar accidentes de tránsito con secuela de muertos y heridos, como lo reflejan estadísticas que señalan que el número de fallecimientos por esa causa asciende a 30.9 por cada cien mil habitantes, por lo que debe reeditarse el slogan aquel de que “si bebe, no manejes”, porque puedes morir, matar o caer preso.

El Nacional

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