La situación económica, social y política que hoy padece nuestra vecina Republica de Haití, es una preocupante realidad que está afectando no solo a su empobrecida población sino también de manera directa a nosotros la Republica Dominicana.
Leímos una interesante entrevista realizada al ex representante de la OEA en Haití, el diplomático Brasileño, Ricardo Seitenfus, en la cual denuncio que no es un secreto para nadie que las tres potencias “amigas de Haití”, Estados Unidos, Canadá y Francia, en la realidad han aportado muy poco al pueblo haitiano para que de una vez y por todas se comience a salir de su crisis y lograr su viabilidad.
También expreso que muy a pesar de Haití haber recibido la promesa de la comunidad internacional de recibir 30 mil millones de dólares en un periodo de 28 años, apenas el 1 por ciento de ese dinero ha llegado efectivamente a las instituciones haitianas. Denuncio que la élite social y económica haitiana está en Haití, pero en los hechos no es de Haití, ni le importa el país.
Sostuvo que el 60 por ciento de la ayuda financiera anunciada y aprobada no llegó a ese país, un 20 % llegó y salió de inmediato y el restante 19 % fue a instituciones internacionales, como la OPS, la Cruz Roja, entre otras y que por las instituciones de Haití sólo pasó 1% de las donaciones. Recomendó en base a su experiencia vivida en esa nación a que se desmilitarice Haití y mejorar la calidad en la formación policial, que se logre un pacto político de libertad y garantía democrática garantizado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lograr que América Latina, empezando por el Caribe y especialmente la República Dominicana, tengan una responsabilidad especial para hacer que Haití ingrese en la normalidad democrática.
Recomienda constituir comités de frontera, que puedan prevenir, remediar y resolver los problemas de la frontera, antes de que se agraven tal como ha hecho Brasil con los países que le hacen frontera que son Uruguay, Argentina y Paraguay.
En otro orden, es importante resaltar que no es cierto que maltratamos y odiamos a los vecinos Haitianos, esto es una mentira cruelmente propagada por intereses.
Nuestro país tiene constancia de ser uno de los países más generosos con Haití y lo seguiremos siendo como pueblos libres y soberanos que somos los dos.
