La advertencia de la ministra de Interior y Policía a representantes del entretenimiento de que la paz y la tranquilidad de la población no son negociables representa un respiro para la ciudadanía. En un prolongado encuentro con propietarios de bares, discotecas, autoadornos, colmadones y músicos Faride defendió las medidas contra la contaminación sónica y la misma seguridad ciudadana al advertir que no flexibilizará las restricciones.
La ministra, quien se acompañó del director de la Policía, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta y de otros funcionarios, demostró ecuanimidad al escuchar los planteamientos de los representantes de la industria del entretenimiento. Y si se encuentra alguna alternativa que no perjudique a la ciudadanía la funcionaria no debe vacilar por lo menos en ponderarla, lo que no significa ceder en su postura sobre la paz y la tranquilidad de la población. Los representantes del sector deben entenderlo e incluso cooperar con la seguridad en beneficio de sus propios negocios.
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Conocida la trayectoria política y ciudadana de la ministra Raful se descarta que sea caprichosa o improvisada la restricción en torno a la contaminación sónica, alrededor de la cual ha habido tantas quejas de la población. Sin discriminación ni ninguna suerte de atropello está bien que no se ceda un ápice en defensa de la paz y la seguridad de la ciudadanía, como ha advertido la ministra de Interior y Policía.