Opinión

Pensamiento propio

Pensamiento propio

Si hay algo que se encuentra bajo ataque en esta sociedad de la información del siglo 21 y su dominio arrollador en la creación de opinión publica por parte de los medios de comunicación, las plataformas vía internet y las redes sociales es el pensamiento propio. Siendo testigos de la historia en vivo a través de las noticias podemos afirmar que la opinión pública ya no es el resultado del pensamiento reflexivo de la gente sino más bien inducido.

Esta realidad está ocurriendo por dos razones; por un lado en general no estamos educando para pensar, más bien para memorizar, donde el pensamiento propio más que razonar y pensar en causas y consecuencias reacciona de manera visceral supeditada a la forma y no al fondo. Y por otro lado el poder económico hoy domina los medios de información teniendo la facilidad de inculcar las ideas e influenciar en la forma de juzgar de las personas en base a lo que ven o le hacen ver a través de los diferentes medios convirtiendo la opinión publica en opinión mediática, una opinión creada por sus respectivos intereses.

Se tiene que rescatar el pensamiento propio

En estos días vimos la noticia de que los fiscales generales de cincuenta estados y territorios de Estados Unidos anunciaron el inicio de una macroinvestigación contra el gigante tecnológico Google por una supuesta violación de las leyes antimonopolio argumentando que muchos consumidores creen que el internet es libre, pero no lo es. Afirman que Google es una compañía que controla todas áreas de la publicidad volviéndose tan dominante y llevando a los consumidores a sus propios productos a costa de los demás competidores.

El Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio investigan también a Facebook, Apple y Amazon, por posibles semejantes violaciones de la ley antimonopolio. Esta realidad mediática que induce a las preferencias y toma de decisiones tanto en el plano comercial como en el político y electoral debe llamar a la reflexión y a la toma de medidas previsoras y pertinentes tal como lo están haciendo los fiscales generales de los Estados Unidos ante esos gigantes de las redes.

La llamada percepción, cuando es inducida es una especie de holograma de la imaginación que se conquista a muy alto precio a corto plazo y a un costo no estimado a largo plazo cuando nos hacen ver lo que no es. Rescatemos el pensamiento propio para que preservemos nuestro derecho a elegir y decidir lo que nos dicte la razón y nuestra conciencia, lo justo y lo conveniente.

El Nacional

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