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Perdiste, Potentini

Perdiste, Potentini

Oscar López Reyes

Cuando en un escrutinio electoral prevalecen la duda, el extravío, la presunción de engaño y se reclama transparencia, lo más razonable -para no dar tumbos de tribunal en tribunal- es el recuento de votos. Se impone que el ejercicio abusivo del derecho emerja para aplicar el artículo 1315 del Código Civil.

A Trajano Vidal Potentini, excandidato presidencial del Colegio de Abogados (CARD), se le preludia la coyuntura de engrandecerse y ser citado como un modelo/referente, sin necesidad de jurisprudencia ni enarbolar doctrinas jurídicas obstruccionistas.

Se enmarida con el paraíso si acoge, desechando la manida y estúpida manía de no darse por vencido, la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) que dispuso que en un recuento de ese gremio haya una separación de cada candidato, poniendo en vigencia únicamente los acuerdos aprobados con normalidad.

En el 2014, individualmente Vidal Potentini como secretario de Educación y este servidor como director de relaciones públicas renunciamos del Colegio de Abogados en la presidencia del farsante José Diego García, con quien ahora se dice que pactó, pero que el TSE sostiene que fue irregularmente. También fue aupado por transfuguistas que practican indelicadezas.

Como presidente y secretario del Tribunal Disciplinario de organizaciones profesionales y cívico/patrióticas, hemos consumido un tiempo precioso juzgando a abogados que, luego de ser sentenciados, necia y extralimitadamente, han recurrido a cuatro y cinco instancias y presentado hasta 20 recursos tribunalicios para entorpecer los procesos, pero han terminado en el fango.

El reconteo jinetea como más saludable, y no hablamos por boca de ganso. El Colegio de Abogados está en el borde del precipicio, por la reyerta electoral de 2023, en que se quiso imponer el tigueraje y la mañosería. El TSE ha dado ganancia de causa al candidato del PRM, Yohan López.

Su contrincante Vidal Potentini, aliado del chaquetero y poco diáfano de Miguel Surún, actual presidente del CARD, pudiera dar muestra de una diferenciación con sus colegas que falsean documentos, se inventan testigos en litigaciones temerarias y realizan otros actos inescrupulosos.

La imagen abogados/CARD está en el piso, desde la década de 1990, cuando empezó el festival de malversación de fondos en ese órgano y dos sometimientos judiciales, que se esfumaron en la impunidad. Por su desprestigio no ha sido aceptado como integrante del Consejo Nacional de la Magistratura, y avergüenza que ex presidentes devenguen emolumentos sin trabajar y protejan a pleiteantes prostituidos.

Vidal Potentini tornea en la calzada de fijar el diferendo, y posicionarse como candidato potencial para los próximos comicios del CARD. Con su buen ejemplo ayudaría a que se descontinúe la colocación del letrero: “se alquila esta casa, menos a policías ni abogados”, y puedan honrar a la deidad helénica Temis, la encarnación del derecho.