Semana

Piden llevar a Museo pintura Pedro Martínez

Piden llevar a Museo pintura Pedro Martínez

En el interés de potenciar la presencia del béisbol dominicano como parte de la identidad cultural y nacional, y como parte de los fundamentos sociológicos y antropológicos del sistema cultural de la República Dominicana, de los tres retratos que pintara la afamada artista norteamericana Susan Miller-Havens, perpetuando históricamente la imagen del lanzador dominicano Pedro Martínez.

Propongo formalmente que una de las dos obras restantes sea incorporada al Museo del Hombre Dominicano, juntamente con un retrato de igual dimensión del estelar lanzador de grandes ligas y miembro del Salón de la Fama don Juan Marichal.

El retrato de Marichal podría ser comisionado a un artista dominicano del retrato con altos dominios de esta variante y especialidad de la pintura figurativa; ambos retratos bien podrían ser adquiridos por el Estado mismo, o mediante acción de mecenazgos por empresas privadas líderes en el mercado nacional.

Ambas obras serían incorporada para su exhibición y conservación permanente en el más importante museo de antropología de la República Dominicana, en que se conserva la memoria visual, documental antropológica, arqueológica y etnográfica de la identidad cultural dominicana.

Las obras serían develizadas por el Presidente de la República y las autoridades deportivas y culturales, con la presencia de personalidades del béisbol de grandes ligas en calidad de invitados especiales.

Hablo de la ascensión al Salón de la Fama de Cooperstown del estelar lanzador de grandes Ligas Pedro Martínez (1971), un espacio histórico ganado por su aquilatada trayectoria de éxitos como deportista ejemplar; y para gloria y orgullo del país, este espacio de una simbología trascendente, nuestro Pedro Martínez lo ostentará junto a otra gran gloria del deporte nacional, pitcher como él, el inmenso don Juan Marichal.

El momento puede ser de celebración perpetua para todos los dominicanos, pero igual de profunda reflexión ante el irrefrenable deterioro de los signos que definen los fundamentos de nuestra identidad cultural y de nuestra identidad nacional, porque los valores identitarios de la República Dominicana están cancerizados, están rencos, más bien, mortalmente heridos; precisan de la urgencia del azogue para que el misterio de la alquimia que guardan sus secretos bajo la enigmática película del espejo, nos siga multiplicando infinitos pedrosmartinez, tanto en el deporte como en la política, en la vida empresarial, en la vida familiar, en la vida del barrio, en el arte, en la cultura, en las iglesias y en la vida entera del pueblo dominicano.

Es bueno que todo el país sepa que llegó allí caminando por los peldaños de una prehistoria personal coronada por la huella firme de su personalidad sencilla, marcado por el orgullo de su origen familiar humilde, apostando al arrojo y a la disciplina del gran atleta que es.

También es bueno que recordemos que el Pedro que celebramos hoy, tuvo como antesala para llegar al Salón de la Fama, el haber transitado hacia Cooperstown bajo la iluminación del arte, la herramienta desde donde ha forjado la idea y memoria del pensamiento nuevo, escuela bajo la cual se forjaron los primeros signos de la sabiduría, de la sensibilidad y de la inteligencia.

Llegó Pedro a Cooperstown, pero de la mano del arte, desde donde el impulso, la pasión y el proceso creador que otorga la psicología del instinto, provocó la creación y plasmación sobre el lienzo del primer gran gesto escritural de su eternidad en la historia el deporte de su pasión, el Beisbol.

Pedro Martínez llegó a Cooperstown, pero antes estuvo justa e históricamente legitimado en la escena del arte, cuando el más importante museo del planeta, el Smithsonian American Art Museum, Washington, DC., en su Galería de Retratos acogió en el año 2011, (25 de marzo), una impresionante imagen de su figura de lanzador convertida en retrato personal de cuerpo entero.

La obra fue creado por la artista norteamericana Susan Miller-Havens, en el año 2000, que lo tituló “Pedro Martínez, Orgullo y Determinación”, un Oleo 57” x 21.5” (pulgadas); una pieza donada generosamente por el reputado periodista Peter Gammons, que es uno de los mejores periodistas de todos los tiempos en el béisbol de las Grandes Ligas.

Desde el 2005 forma parte del Salón de la Fama, y su esposa Gloria como gesto de admiración y lealtad a sus largas jornadas de trabajo observando y leyendo la semiología de cada movimiento, gesto, respiración, gota de sudor y arquitectura corporal del genio deportivo de Pedro; todo esto como parte de su trabajo como reportero.

El Nacional

La Voz de Todos