Opinión

Por los frutos…

Por los frutos…

Por Julio Martínez Pozo
j.martinezpozo@hotmail.com]

La pandemia por la covid-19 ha causado estragos en todos los países del globo, y, conforme a cuál haya sido el manejo de los gobiernos, ha hundido o elevado sus valoraciones.

En la República Dominicana, donde hasta ahora el control sanitario se ha mostrado eficiente, manteniendo baja tasa de letalidad y una oferta de camas y de unidades de cuidados intensivos que duplica o triplica la demanda, y la paralización de la dinámica económica fue acompañada de un amplio programa de políticas sociales, los bonos se han elevado de manera tal que el nivel de satisfacción con el manejo de la pandemia se ha elevado de un 59 a un 69%, de acuerdo con la encuesta Mark Penn/Stagwel.

Contrario a lo ocurrido en países como Brasil, Estados Unidos, Chile y España, en los que el pésimo manejo sanitario combinado con otros factores están creando panoramas adversos para la gobernanza.

En Brasil, por ejemplo, el presidente Jair Bolsonaro ha roto el récord de la mayor tasa de rechazo que haya cosechado un presidente en año y medio de gobierno, desde el restablecimiento de la democracia en 1985, un 43%, con el que superó al dueño de esa marca que lo era Fernando Collor de Mello.

El porcentaje de los que entienden que la imagen del gobernante no es la de un estadista se elevó de 28 a 37%, así como de 49 a 53% lo que entienden que no tiene capacidad para enfrentar la crisis que se aproxima a los 500 mil contagios y a los 30 mil fallecimientos.

Aparte de la crisis de imagen enfrentada por la renuncia de Sergio Moro, el ex juez de Lava Jato que apresó arbitrariamente a Lula y como premio recibió el ministerio de Justicia, pero ahora es adversario de Bolsonaro y lo acusa de obstrucción de la justicia.

Los traspiés de Donald Trump no pueden haber sido peores, llevando a Estados Unidos a convertirse en el primer país en el mundo con más de cien mil fallecidos y alcanzando los dos millones de contagios.

Para colmos, el país que debería estar liderando el combate mundial de la pandemia, acaba de anunciar su ruptura con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que no sólo aísla a ese país y lo disminuye en su rol de potencia, sino que le retira a esa organización ingresos que van desde los 400 a 500 millones de dólares, el 15% de su presupuesto, lo que la debilita significativamente en momentos en que más se le la necesita.

A Sebastián Piñera, Chile, que antes de la pandemia había enfrentado protestas violentas, la crisis del Covid19 lejos de darle la oportunidad para contrarrestar la impopularidad acumulada, no ha hecho más que acentuarla, porque el sistema sanitario ha sido desbordado.

En España, el menjurje de Pedro Sánchez con Unidas Podemos, de Pablo Iglesias ha dado una combinación fatal: la del peor gobierno en el peor momento, uno que sin el auxilio de los fondos de la Unión Europea no está en capacidad de retomar el camino de la recuperación económica.

El Nacional

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