Opinión

Precisamente

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Cultura de convivencia

 

La sociedad moderna esta cada vez mas automatizada. La relatividad invade todos los ámbitos de la esfera humana.

Las personas empiezan a comportarse como maquinas híper especializadas. Su educación está tele-dirigida, su entretenimiento es tan mecánico como sus relaciones, nos vemos bombardeados por una oferta de bienestar enlatada, superflua, en un entorno anti-natural.

El ser humano no es, un número inscrito en una tarjeta o en la memoria de un ordenador. La historia de la humanidad se ha caracterizado, entre otras cosas, por el deseo de progresar. Y para progresar, hay que saber, conocer, y hasta ir contra la corriente dominante si es necesario. En una época vacía, el verdadero ser humano es el que sabe dotarse de valores, el que aprende la forma de aplicarlos, los utiliza para si mismo, para los demás, a través de una cultura de convivencia y espiritualidad que permite la capacidad de saber discernir entre el bien y el mal, para evitar esta asfixia social que nos disminuye, de forma acelerada.

En este aprendizaje continuo de vida, lo primero que hay que saber es que siempre somos ignorantes de algo por mucho que estudiemos, siempre habrá algo que desconocemos. Tal vez, un nuevo desafió frente a las carencias y limitaciones de esta aldea global.

¿Esta es una sociedad insustancial?. A veces, sin sentimiento patriótico, sin contenido, con una ausencia de principios que desmoraliza; pero casi siempre, entregada al poder, al dinero, a la política perversa, clientelista, corrupta, al disfrute ilimitado, sin sensatez, sin restricciones.

Sé, que no es feliz, un existente grupo social con un gran vació moral, aunque crea que materialmente lo tiene casi todo, y que en cierta manera, se acomoda, en una apariencia, para vivir el momento, volátil, banal, permisivo, fatuo, donde »todo vale», »!Que mas da!

La situación actual no es una casualidad, pero si es el resultado de un proceso histórico que ha descuidado una parte fundamental de la espiritualidad, como bien supremo de la humanidad.

Así, una sociedad moderna necesita alcanzar la plena madurez que nos enseña la cultura de los sentimientos, en el sentido mas amplio y profundo, que intento expresar.

El Nacional

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