La Fundación Corripio entregó los Premios 2024 que ponen en relieve la trayectoria de cuatro destacados exponentes del arte, la cultura, comunicación e investigación antropológica, y de una institución benéfica que impulsa los valores de servicio, liderazgo y compromiso ético y búsqueda del bien común.
En un solemne acto en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, el escritor e historiador Manuel García Arévalo fue galardonado «por sus valiosos aportes a la investigación arqueológica a lo largo de más de cinco décadas a través de múltiples libros, ensayos y artículos académicos sobre la antropología en sus diferentes manifestaciones».
El psiquiatra Pedro Pablo Vallejo recibió el premio de la Fundación Corripio en Ciencias Sociales y de la Salud, “por su amplia trayectoria académica, su dedicación al ejercicio profesional en el sector público y en el privado y sus investigaciones sobre el origen de Trastornos Obsesivos Compulsivos Crónicos”.
Guillermo Cordero, director teatral, recibió la estatuilla en el renglón “Teatro”, por su notable carrera como director de obras dramáticas de elevado nivel y proyección universal”, en tanto que Carmen Heredia de Guerrero fue galardonada por “su extensa labor periodística con certeros análisis musicales, teatrales y de danza”.
Las personalidades galardonadas representan un gran referente para presentes y futuras generaciones por sus aportes al desarrollo de las ciencias, artes, comunicación, educación y solidaridad social, lo que se corresponde con los postulados de la institución gestora de los premios, fundada en 1986 por don Manuel Corripio.
El Premio Familia Corripio Alonso fue entregado por el empresario José Luis Corripio Estrada y su esposa, Ana Alonso de Corripio, al Centro Juvenil Ignaciano, “por su apoyo a numerosos jóvenes, desde una perspectiva de desarrollo humano y espiritual, basada en solidos principios y valores cristianos inspirados en el ideal ignaciano”.
Los premios otorgados, que constan de una estatuilla y dotación de un millón de pesos, han reconocido la labor de cuatro ilustres ciudadanos y una acendrada institución, pero que también cumplen con el precepto cívico y ético de exaltar en vida la extraordinaria labor que realizan los galardonados para que la gratitud se escriba con letra de oro en las páginas de la historia.
Las felicitaciones van dirigidas a la Fundación Corripio y al jurado seleccionador, así como el reconocimiento que la familia Corripio Alonso dispensó al Centro Juvenil Ignaciano, en una iniciativa merecedora de los mayores elogios, que engrandece a esa institución social.