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Focas peligrosas

Focas peligrosas

Fausto Jáquez

Rogelio Reyes, un amigo que conocía de la niñez en la ciudad de Mao y quien trabajaba para la hermana del entonces expresidente de la República, Enma Balaguer de Vallejo, me informó que ella me quería ver.

Tenía una deuda de agradecimiento con su familia, ya que Benilda Balaguer fue muy solidaria con mi madre en momentos muy difíciles cuando ella estaba aquejada de una enfermedad catastrófica y las deudas de ayuda a una madre no tienen precio.

Doña Enma estaba organizando un movimiento de jóvenes para que se sumaran a los esfuerzos del Partido Reformista para que el doctor Balaguer volviera al poder, objetivo que alcanzamos en el año 1986.

Cómo provenía de una familia eminentemente militar, busqué un allegado que tuviera experiencia política a fin de obtener consejos. Juan Bautista Carrión (padre de amigos muy queridos) había sido colaborador de Trujillo y luego de Balaguer en las lides políticas (entre otros cargos fue director de Presupuesto Nacional por 10 años y sólo dejó como patrimonio una casa modesta de las que hizo el gobierno en la Feria (32,000 pesos) y la educación que con su salario junto al de su esposa que era profesora le dio a sus tres hijos, quienes han salido dignamente hacia adelante.

Algo que no he olvidado de sus recomendaciones fue, “Fausto, en política se llega o tumbando polvo o trabajando y no me gustaría verte haciendo lo primero, así que, ponte a trabajar”.

Con los años aprendí que hay una especie de pseudoempresarios que viven al acecho de algún político que llegue a tener cierto tipo de poder y que sea fácil de seducir para embobarlos y aprovechar sus deficiencias sociales.

Tienen una especie de manual, los seducen con vinos caros, los llevan a villas y los envuelven en una aureola de placeres que les nubla el discernimiento. Para desgracia de nuestro país, en manos de uno de los últimos presidentes se perdieron 32 empresas del Estado y los ingenios del CEA; otro llegó casi hasta la locura cuando bebiendo de las fuentes del placer y creyendo la falsa especie de que estaba conquistando jóvenes de alta alcurnia, otorgó contratos a sobreprecios, desorbitantes y permitió compras y transacciones por la que vemos los casos escandalosos que están hoy en los tribunales.

Ahora los dominicanos participamos de una diferencia de liderazgo, no solamente en cuanto a flaqueza o debilidad en su comportamiento social, sino, con relación a la nueva dimensión de la ética del cuidado de los bienes públicos.

Estoy, entonces, furibundo con la reelección porque Luis, gracias al éxito temprano de su padre, al de él propio y además, el tener una bella y estable familia, es inmune a las focas, por lo que se ha enfocado en el trabajo priorizando la Soberanía Nacional, nuestro territorio y la creación de riquezas para el bienestar del pueblo dominicano.

Fausto Jáquez
faustojaquez@gmail.com

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