Derrumbe de precios
Hay inquietud en América Latina y el Caribe por la caída del crecimiento económico en China, lo que ha incidido en la disminución de la demanda de bienes de origen agropecuarios (especialmente alimentos), petróleo y minerales, realidad que se suma a los movimientos especulativos que llevan a cabo inversores internacionales en los mercados de futuros.
Pero, ¿qué son los commodities o materias primas? Son bienes que se comercializan en los mercados de valores, como si se tratasen de acciones o títulos financieros, cuestión que desnaturaliza sus orígenes materiales para a ser objeto de especulación financiera donde sus precios se forman al margen de su realidad productiva y sin relación directa con la ley de la oferta y la demanda.
Entre los principales commodities o materias primas que se comercializan a nivel mundial tenemos al petróleo, carbón, gas natural, cobre, oro y níquel, entre otros. También conviene tener muy en cuenta el caso de los alimentos e insumos agropecuarios, tales como el trigo, maíz, soja, leche y sus derivados, azúcar y carne, para sólo citar algunos casos.
Los futuros de materias primas son acuerdos comerciales mediante los cuales las partes contratantes quedan obligadas a comprar a vender una determinada cantidad de esos bienes en una fecha acordada. Pero como esos contratos han pasado a formar parte de la economía de casino que se vive en los mercados financieros habría que preguntarse qué es lo que determina la fijación de los precios en los mercados internacionales.
Lo que en realidad determina la fijación de los citados precios no es tanto la famosa ley de la oferta y demanda como los movimientos especulativos que hacen los inversores en los mercados de futuro, pues en verdad los bienes en sí dejan de ser los sujetos reales de las operaciones comerciales para ser sustituidos por papeles financieros.
Los pioneros en la especulación financiera de los commodities y alimentos fueron los bancos al estilo Goldman Sachs, de factura norteamericana, los cuales desde el 1990 han estado incursionando vorazmente en los mercados de futuros logrando ser favorecidos por regulaciones oficiales que le reconocen legalidad a los juegos financieros especulativos que ellos ejecutan.
Un dato muy importante: las grandes corporaciones de agroalimentos (conocidas como agrobusiness, por su nombre en inglés) son las que han facilitado las “inversiones” del capital financiero en el mercado de los alimentos y materias primas agropecuarias y minerales generando la consiguiente fijación de precios en función de prácticas especulativas propias de una economía de casino.
Con sobrada razón Olivier De Schutter, quien fuera Relator Especial sobre Derecho a la Alimentación en Naciones Unidas durante el período 2008-2014, ha planteado que el acceso a los mercados de futuros de materias primas debería restringirse en la medida de lo posible a inversores y agentes calificados y experimentados que estén genuinamente preocupados por los productos agrícolas subyacentes. Pero esa propuesta ha caído en el vacío. Pesan más los intereses creados.
En estos momentos China registra un incuestionable decrecimiento en su producción y en la demanda de bienes y servicios al resto del mundo, lo que, sumado a la voraz participación de los especuladores financieros en los mercados de futuros, augura una gran volatilidad o variación en los precios internacionales de los commodities o materias primas de exportación. ¿Habrá un derrumbe de precios?