El próximo domingo 15 de marzo, casi 7.5 millones de dominicanos están llamados a acudir a las urnas, en las elecciones extraordinarias municipales, tras el fracaso de los comicios del 16 de febrero donde lisa y llanamente, al pueblo dominicano no se le permitió ejercer su voto ni expresar su voluntad de cambio.
En medio de un clima de indignación y reclamo de conocer la verdad, los jóvenes dominicanos en todo el país y en otras partes del mundo salieron a la calle a reclamar el cumplimiento de la ley, el respeto a sus derechos y el rescate de la democracia.
La JCE fue el epicentro de esa indignación, testigo de la legítima demanda de un movimiento social comprometido con la democracia y el libre ejercicio de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución de la República.
Este domingo, la juventud y todo el pueblo dominicano tendremos la oportunidad de convertir esa indignación en votos, por el cambio, por el fin de la larga noche peledeísta, y el inicio de una nueva era para nuestro país.
Lo dijo el candidato presidencial por el PRM y aliados, Luis Abinader, debemos acudir masivamente a las urnas para enviarle un mensaje al gobierno y al partido oficial: “no los queremos más”. Así lo haremos este próximo domingo, cuando la mayoría del pueblo dominicano reafirme con su voluntad de cambio.
Las conversaciones en el diálogo evidenciaron la actitud del PLD, como principal responsable del descalabro institucional de la democracia, tras casi veinte años en el poder. El diálogo ha contribuido para avanzar en aras de que podamos tener elecciones municipales extraordinarias el 15 de marzo, que sean creíbles y verificables. La observación de la OEA y del IFES han sido y son determinantes para este proceso electoral.
Que nadie tenga dudas, nuestro rol es garantizar que todo ciudadano pueda ejercer su derecho al voto, y se respete, de manera libre, legítima y transparente, la voluntad de la gran mayoría del pueblo dominicano.
Tal como dice la Constitución, en sus artículos 208 y 211, que el voto es personal, libre, directo y secreto, y además, que el proceso sea en libertad, transparencia, equidad y objetividad.
Estamos llamados a unirnos para darle al PLD el primer trabucazo electoral, el preludio de la inevitable victoria del cambio el próximo 17 de mayo a nivel congresual y presidencial.
Que nadie se quede en casa, vamos todos a votar, por el cambio, por el fin del PLD en el gobierno, para darle paso a servidores públicos que administren el Estado de forma seria y honesta.
