Página Dos Primera Fila

PRIMERA FILA

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Sensatez
En el Gobierno hacía falta un destello de lucidez y humildad frente a la potente embestida de la Iglesia católica contra los aprestos reeleccionistas, la corrupción, el control del sistema judicial y otros males.

Antes que hacer causa común con los funcionarios que han descalificado al clero, el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, marcó la diferencia al decantarse por la tolerancia frente a las duras críticas al Gobierno.

Zeralta, al entrar en escena para corregir o evitar confusiones, no solo lo hizo en tono bajo, sino que aclaró que el Gobierno respeta las opiniones de los religiosos.

Ante los brotes dictatoriales en torno a los cuales alertó el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, y tras el incisivo Sermón de las 7 Palabras, lo más prudente hasta para la causa del oficialismo no es la confrontación, sino el respeto a la libertad de opinión.

El Nacional

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